La economía de Reino Unido creció por debajo de lo esperado en el cuarto trimestre de 2014, siendo hasta el momento la nota relevante de la jornada.
Sin embargo, y más allá de este informe puntual, el dólar parece haber llegado a un techo de corto plazo ante las monedas principales, y se perciben algunos signos no solo de agotamiento de la moneda norteamericana, sino una cierta fortaleza que podrían observar aquellas en los próximos días.
Veamos el panorama: el euro viene de batir mínimos de 11 años, los cuales prácticamente eran costumbre en los últimos días. El lunes volvió a producirse esta situación, ante el resultado de las elecciones parlamentarias en Grecia, que anticipaban una nueva crisis financiera para la eurozona. Por el momento, nada de esto ha sucedido.
El ganador, Alexis Tsipra, formó gobierno, y no hubo revuelos, y sí en cambio algunos síntomas de alivio, en la presunción de que el país heleno no abandonará el euro como había anunciado el candidato semanas atrás. Desde diversos lugares de Europa, de todos modos, dejaron en claro que no le será fácil a Grecia negociar con sus acreedores. Se le ofrece ayuda en plazos, pero no en montos.
Este contexto no ayuda al euro, sin dudas, aunque una cierta relajación de los mercados podría darle un impulso alcista de corto plazo. Técnicamente, en el gráfico diario, se observa una figura de cambio de tendencia -vuelta en un día-, que podría redundar en una recuperación de la moneda europea para el resto de la semana.
A su vez, el yen también gana posiciones, ante las declaraciones de funcionarios del Banco de Japón que podrían no ampliar el plan de estímulo a la economía local. El yen viene dando muestras de que no seguirá cayendo en el corto plazo, y nuestras expectativas de una recuperación del mismo a la zona de 112/111,50 se mantienen intactas.
En otro orden, el dólar australiano, que también se ve muy debilitado en estos días, se recupera de mínimos de cinco años, y podría extender sus ganancias a las próximas horas. Su objetivo para el resto del día se encuentra en la zona de 0,80.
El petróleo sigue cayendo, aunque la velocidad en su caída es menor, y está generando algunas divergencias, en términos técnicos, entre el indicador de momento y la curva de precios. Si bien no se ve patrones de reversión importantes en su cotización, el WTI podría frenar su baja tan pronunciada en los próximos días, y buscar una estabilidad por encima de los 50 dólares.
Como se ve, hay algunas señales que implican cambios, tal vez no inmediatos, pero sí bastante tangibles. La reunión de política monetaria de la Fed, que finaliza el miércoles, y al cabo de la cual se conocerá el anuncio oficial del organismo, impactarán fuerte en los precios.
Sin embargo, parecen diluirse las probabilidades de que los tipos de interés sean incrementados en el primer semestre, tal como dejó entrever la presidente Yellen en diciembre. De allí es que el comunicado del miércoles revistirá fundamental importancia, confirmando -o no- una corrección bajista del dólar.
La agenda de datos de la fecha incluye tres informes clave: a las 8:30 del Este, las órdenes de bienes durables; a las 10:00, las ventas de viviendas nuevas y el índice de confianza del consumidor del Conference Board.