La semana del 18 de diciembre trae tres novedades importantes para las valoraciones macroeconómicas.
El Banco Central de Japón comenzará el primer día de la semana anunciando su política de tipos de interés, que podría sacar a Japón de la zona de tipos de interés negativos: evidentemente sería un punto de inflexión histórico, con una posible influencia fuerte. en el mercado de divisas y en las divisas frente al yen, empezando por el dólar y el euro.
Sin embargo, el viernes 22, la oficina federal de estadística estadounidense finalizará con la publicación del índice Core PCE, uno de los índices de inflación más observados por la FED: si es del 0,2% mensual, supondrá un legendario 2,0%. en el semestre.
El día anterior, 21 de diciembre, serán de interés los datos finales revisados sobre el producto interior bruto americano para el tercer trimestre.
Esto podría consolidar la creencia del mercado en una reducción de los tipos de interés, ya en el primer semestre de 2024: el mercado apuesta incluso por marzo, lo que, como ya hemos expresado, nos parece una hipótesis excesiva y remota.
Nos encontramos en el inicio de la octava semana desde el inicio del ciclo alcista, que comenzó el 30 de octubre.
Entre el 4 y el 6 de diciembre, como se describe en el artículo de análisis semanal publicado el pasado domingo, se produjo simplemente una desaceleración del mercado concentrada en unas pocas decenas de puntos del S&P500.
Desde un punto de vista estadístico, este período podría experimentar un retroceso de al menos 3 días o más, en la próxima semana o en la siguiente: si el mercado confirma, como es probable, la euforia alcista que lo invade, debería tratarse de una pequeña caída, del orden de 80-100 puntos en el S&P500, lo que no cambiaría el panorama básico, que seguiría siendo alcista.
La estacionalidad del Vix sitúa el retroceso en la semana posterior a Navidad, mientras que el del S&P500 en esta semana.
El riesgo de una caída más significativa es mínimo, incluso si el mercado lo tiene muy valorado, tanto en las opciones Vix como en el S&P500.
El miedo creciente a que un hierro caiga desde arriba es un sentimiento típico del mercado cuando se produce una subida como la que estamos presenciando: es notorio que un hierro pesa bastante si cae sobre la cabeza.
El Fear & Greed Index de CNN se sitúa en el puesto 67, en el valor intermedio de Greed: estaría en Extreme Greed, si no fuera por los temores existentes en los mercados de dinero y bonos. Temores que multiplican la participación en la Bolsa.
Las proyecciones de la ola alcista en curso dan valores por encima de 5.000, entre 5.010 y 5.100. Podría ser un objetivo realista para abril de 2024. Si es el momento, debe haber una pequeña desaceleración en la subida en las próximas semanas.
PD: La anomalía de la onda actual es evidente, de un tamaño anormal respecto al momento en que ocurrió. Si tuviéramos una repetición, veríamos 5.460 puntos en el S&P500 el 31 de enero: locura, más que euforia.
La ruptura de los máximos históricos es un momento crítico, cuando ocurre, normalmente el primer objetivo es el 1,125% del rango máximo-mínimo respecto al último máximo histórico: sería, en este caso, el umbral de 4971, con el deseo evidente de llegar a 5.000.
Si el máximo histórico resiste, el primer retroceso se sitúa en la zona del 87,50% del mismo rango: aproximadamente 4650, justo por debajo de los 80-100 puntos de retroceso de los que hablamos.
En la cadena de opciones del S&P500, en los vencimientos técnicos y de los viernes hay una enorme población de opciones de compra y el desierto en el lado de venta.
El miedo a vender opciones de venta es el miedo a la caída del hierro del que hablamos anteriormente.
Por el contrario, el exceso de población en llamadas, si el mercado continúa la presión alcista, puede traducirse en posiciones inversas que generen aceleraciones, como las que hemos visto en las últimas semanas.
Es la época de los excesos y no parece haber terminado.