El BCE no ha cambiado su política, como era de esperar:
- Mario Draghi fue optimista en cuanto al crecimiento, confiado en la inflación, modesto en cuanto a los tipos y cauteloso en cuanto a la liquidez.
- Estas posiciones han aliviado la presión sobre el euro, pero la han mantenido en los rendimientos, y han dejado a los mercados de crédito con incertidumbres sobre la estrategia de salida del BCE.
- El final del QE sigue dependiendo del escenario de inflación: se espera que el programa se reduzca durante el segundo semestre de 2018 y se liquide en diciembre de 2019; sin embargo, si la inflación difiere de su trayectoria prevista, es probable que el plan de finalización se sitúe en la misma línea.
- Era demasiado pronto para que el BCE debatiera la reinversión en crédito o en deuda pública; esto podría ser una fuente de riesgo para el mercado crediticio europeo, pero Draghi mencionó que el BCE se ocupará del entorno de liquidez.
- Si bien el proteccionismo es el mayor riesgo en el escenario actual, según Draghi, el presidente del BCE también mencionó la volatilidad en los mercados financieros como otra fuente de preocupación.
- La reunión del BCE del próximo mes de septiembre será crucial para los mercados, ya que habrá más detalles sobre la estrategia de finalización del QE, así como previsiones revisadas de crecimiento e inflación.