El pasado 2 de octubre les enumeré nuevas razones para no apostar todavía por DIA (MC:DIDA) pese a que cotizara a precios baratos:
- Pierde cerca de un punto de cuota de mercado a favor de Mercadona que sigue líder en el mercado español.
- Norges Bank, el banco de Noruega, ha rebajado su presencia al pasar del 5,4% al 4,92%.
- Atendiendo a los datos de la CNMV, el 20,80% del capital está en poder de inversores que apuestan por cortos (ventas).
- El informe de Kepler diciendo que la compañía podía ser opada casi totalmente y dejar de cotizar en Bolsa.
Desde ese día 2 de octubre las caídas han proseguido de 1,97 a 0,62 euros. Sí, es cierto que ha tenido “mala suerte” en una serie de hechos (en Argentina con la devaluación de la moneda y en Brasil por la huelga de transportistas), pero es que son demasiadas razones que lastran la cotización de sus títulos.
Pero la cosa no termina ahí, resulta que presentó el lunes una reformulación de sus resultados correspondientes al ejercicio de 2017, en el que ganó 90 millones de euros, y no los 110 millones anunciados inicialmente (a mediados de mes, cuando anunció un nuevo profit warning, la compañía ya avisó que revisaría sus cuentas para incluir un ajuste que podría tener un efecto patrimonial negativo por un importe de 70 millones de euros). Claro, ese mismo día se hundió un 24,5% y registró nuevos mínimos históricos.
La empresa ya reconoció el lunes lo que JP Morgan (NYSE:JPM) barruntaba: en el mejor de los casos, este año lograría un resultado de explotación de 350-400 millones de euros, lo que supone un recorte del 29%-38% respecto al 2017.
Con todo esto, la compañía pierde un 83,5% en lo que va de año y su capitalización bursátil se ha derrumbado hasta los 414 millones de euros.
De momento, mejor permanecer fuera de sus acciones.