Las tensiones de las guerras comerciales entre China y EE.UU., la inestabilidad política global y la desaceleración de la economía, pasan factura a FedEx (NYSE:FDX) y esto se puede ver reflejado en sus resultados.
El martes (25 de junio) FedEx publicó sus resultados, en los que se encuentra una disminución de los beneficios netos de un 88,19%. Si se analiza más de cerca la cuenta de resultados, se puede ver que esta disminución de beneficios está motivada principalmente por ajustes contables de los planes de jubilación, que ha provocado pérdidas de 3.251 millones de dólares, y también, en parte, por los costes de 350 millones del plan de integración con TNT Express (OTC:TNTEF). Otra consecuencia de esta disminución es la reducción en su crecimiento de ventas interanuales, lo que le ha perjudicado generando menos margen para atender sus costes.
Pero si nos fijamos en los resultados de la cuenta de pérdidas y ganancias, descontando las pérdidas ocasionadas por los planes de pensiones, nos podemos encontrar un margen operativo que ha disminuido un 0,10% con respecto al año pasado, situándose en 6,40%; y, por otro lado, un margen de ventas que ha disminuido un 0,12%, encontrándose en 6,41%. Esto, en comparación con los diferenciales del período 2017-2018, muestra una mejora de la gestión de FedEx, por una mayor diferencia del margen operativo (-1,10%) y del margen de ventas (-1,04%) en dicho período.
Estos márgenes, junto con un aumento del flujo de caja operativo sobre sus ventas de un 0,91% (alcanzando un 8,05%), se pueden interpretar como un ligero incremento o, al menos, mantenimiento de su capacidad para generar flujo de efectivo operativo. En parte, destinado a satisfacer a los acreedores y crear valor para los accionistas.
Por otro lado, respecto a su balance, la empresa presenta suficiente activo para cubrir sus obligaciones a corto plazo, por lo que no se encuentra en una situación de problemas de liquidez, e incluso ha mejorado un 6,61%. La rentabilidad sobre activos y, en especial, sobre recursos propios se ha visto afectada negativamente por la reducción del beneficio neto. Además, aunque presenta unos dividendos crecientes a lo largo de los años, situándose en 2019 en 2,60 dólares, esta disminución de beneficio podría tener como consecuencia un reducción de la capacidad para retribuir al accionista y de reinversión en la compañía para atender sus proyectos.
En cuanto a la valoración de su acción, tiene un PER de 12,99 veces, ligeramente inferior al de sus principales competidores por capital. Su nivel de capital bursátil respecto a ventas muestra que está infravalorada, y la cotización con respecto a su precio de libro muestra neutralidad.
Se puede concluir que la empresa se encuentra en una posición sólida, aunque una mayor reducción de costes le permitiría afrontar mejor la ligera desaceleración de sus ingresos por ventas y crear, a su vez, más valor.
Por tanto, la empresa presenta capacidad para generar mayor valor para el accionista, con una mejora de la gestión de sus costes y ofreciendo una posible infravaloración de su precio en mercado.