Irlanda ha entrado oficialmente de nuevo en recesión, el PIB se ha contraído un 0,2% en el Q4 del año pasado aunque el Q3 se ha revisado al alza desde -1,9% a -1,1%, por lo que a pesar de este detalle técnico, hoy, no todo son malas noticias. Sin embargo, sí que ha habido un cambio definitivo esta semana al centrarse de nuevo las miradas en los riesgos económicos que actualmente prevalecen en la zona del euro. Irlanda ha hecho mejor los deberes que la mayoría en relación a los ajustes económicos necesarios para recuperar la competitividad, con los salarios nominales más bajos con respecto a principios de 2009, en contraste con los aumentos observados en el resto de la periferia. Sin embargo, el impacto económico ha sido bastante severo.
La economía es cerca de un 12% menor frente a máximos de principios de 2008 y el impacto de la gran cantidad de deudas incobrables se dejará sentir todavía durante muchos años. Muchos trabajadores están abandonando Irlanda para encontrar trabajo en el extranjero, ya sea temporal o permanentemente, con 40.000 en los últimos 12 meses hasta abril del año pasado. El Reino Unido, por ejemplo, se beneficia de su proximidad y del uso de una lengua común. Irlandasirve como modelo de referencia sobre la manera de realizar los ajustes a la vez que demuestra lo largo que será el proceso.