Los bonos gubernamentales están enviando mensajes mixtos mientras las corrientes políticas irritan a los inversores. El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos ha ido subiendo y bajando a medida que las nuevas vacunas contra el COVID-19 muestran resultados positivos y las cifras del PIB cumplen con las expectativas, aunque los senadores republicanos han presentado un paquete de ayudas que es un tercio de los 1,9 billones de dólares propuestos por la administración Biden.
Mientras tanto, Europa está inmersa en una controversia sobre la producción y distribución de vacunas, que muestra una vez más cómo la Unión Europea dista mucho de ser una verdadera unión política impulsada por la solidaridad. Las fronteras han sido selladas y luego restauradas mientras los países tratan de mantener fuera las nuevas variantes del virus.
Para colmo, Italia atraviesa otra crisis política, pues el primer ministro Giuseppe Conte ha dimitido después de que su antiguo aliado, Matteo Renzi, sacara a su pequeño partido de la coalición gobernante, privando a Conte de su mayoría parlamentaria.
Conte quiere intentarlo de nuevo, con la esperanza de encontrar una nueva mayoría sin celebrar elecciones anticipadas, pero los inversores se han mostrado escépticos y el rendimiento de los bonos italianos sube ante los rumores de que el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, podría conseguir el respaldo para encabezar un nuevo Gobierno.
Política de la Eurozona; las estimaciones sobre los préstamos de Estados Unidos alimentan la volatilidad de los bonos
Grecia mejoró su posición con la emisión de un bono a 10 años la semana pasada que se vendió por el rendimiento más bajo desde que Atenas se incorporara al euro en 2001, en alrededor del 0,79%. La demanda fue tan fuerte que el organismo de deuda aumentó el importe de los 2.500 millones de euros iniciales a 3.000 millones de euros para terminar pidiendo préstamos de 3.500 millones de euros. Incluso en esa cantidad, fueron sobresuscrito más de ocho veces con 29.000 millones de euros en ofertas.
La mayor economía de la UE, Alemania, está teniendo problemas para establecer un sucesor de la canciller Angela Merkel, que llevará en el cargo 16 años cuando dimita este otoño. Su Unión Demócrata Cristiana eligió a Armin Laschet, primer ministro del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, como jefe del partido, pero su apoyo es discreto y el exlíder parlamentario de derechas, Friedrich Merz, es un oponente cercano.
Laschet podría terminar dirigiendo su partido en las elecciones de septiembre como candidato a canciller, pero Markus Soder, presidente del ala autónoma bávara de los democristianos, también le ha echado el ojo al premio. El candidato de los socialdemócratas, el ministro de Finanzas Olaf Scholz, está en el punto de mira por el mayor escándalo financiero del país desde la guerra por el colapso de la firma de pagos Wirecard (DE:WDIG) y la semana pasada tuvo que despedir al principal regulador financiero.
Al comienzo de la semana, el rendimiento de los bonos italianos disminuyó, descendiendo el rendimiento de los bonos a 10 años de referencia unos 2 puntos básicos para establecerse en alrededor del 0,0622%.
El rendimiento de los bonos alemanes a 10 años sube a menos 0,511%, reduciendo el margen del índice de referencia italiano a 113 puntos básicos.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años disminuyó a menos del 1,07% cuando el presidente Joseph Biden acordó reunirse con los republicanos moderados que quieren un paquete de estímulo más pequeño y el índice manufacturero de ISM cayó de 60,5 a 58,7 puntos en diciembre, lo que indica una desaceleración de la actividad. La combinación de noticias hizo dispararse los precios de los bonos del Tesoro, que se mueven inversamente al rendimiento.
El Departamento del Tesoro sorprendió a los mercados el lunes con una estimación de préstamo de sólo 274.000 millones de dólares para el primer trimestre, menos de un cuarto de los 1,127 billones estimados en noviembre. El gobierno gastó mucho menos de lo previsto en el cuarto trimestre de 2020, dejándolo con 1,7 billones de dólares en efectivo disponible al final del año.
El departamento advirtió de que la estimación del endeudamiento no incluye los gastos para ningún estímulo que decida el Congreso, por lo que el endeudamiento real podría ser mayor. Pero los inversores están rebajando sus expectativas del suministro de nuevas emisiones, lo que está elevando los precios y lastrando el rendimiento de los bonos del Tesoro.