A la hora de analizar inversiones, muchas veces se suele poner el foco en los factores de corto y mediano plazo. Sin embargo, el campo de análisis puede ser bastante diferente para un inversionista con un horizonte de largo plazo. En esta ocasión analizamos las acciones de Apple (NASDAQ:AAPL) desde una mirada estratégica de largo plazo, considerando tanto el punto de vista bajista como el enfoque alcista para la compañía.
El punto de vista vendedor
Buena parte del argumento bajista en Apple tiene que ver con la capacidad de la empresa tecnológica para continuar innovando y generar tasas de crecimiento atractivas en el tiempo. El iPhone es un producto verdaderamente único y resulta difícil imaginar un nuevo producto tan valioso e innovador, especialmente luego de la muerte de Steve Jobs.
En la industria de electrónica de consumo es muy habitual que los nuevos jugadores más pequeños y dinámicos reemplacen a los líderes de mercado con productos y modelos de negocios más tradicionales. Una amplia variedad de competidores ha lanzado productos tecnológicamente competitivos a precios agresivamente más bajos que los de Apple en categorías como smartphones, tablets y smartwatches.
Por ahora, Apple ha resistido bastante bien los embates de la competencia, aunque no existen garantías de que la firma pueda sostener su posicionamiento de mercado en el largo plazo. Siendo el jugador más establecido, la empresa de la manzana tiene más terreno para ganar que para perder dentro del nicho de productos electrónicos de alta gama.
El argumento alcista
A lo largo de los años, Apple ha logrado sorprender a los analistas de Wall Street en función de su capacidad para lanzar exitosamente nuevos modelos de iPhone con precios por encima de los del resto de la industria. Esto habla favorablemente del poder de marca de la compañía y de los niveles de fidelidad de su base de clientes.
La facturación de la empresa en el trimestre terminado en septiembre ascendió a 52.600 millones de dólares, un crecimiento interanual del 12%, lo cual no está nada mal para una compañía de semejante tamaño.
Adicionalmente, los niveles de rentabilidad de Apple son extraordinarios, con un nivel de rentabilidad sobre patrimonio neto en la zona del 36%. La compañía dispone, además, de cerca de 269.000 millones de dólares en cash e inversiones líquidas para invertir en toda clase de proyectos, distribuir dividendos y recomprar acciones.
Sus papeles cotizan a niveles de valuación bastante moderados en relación con la calidad de la compañía. El ratio precio-ganancias de Apple se encuentra en la zona de 19 contra un promedio de 22,3 para las compañías del índice S&P 500. En función de las ganancias estimadas para el año próximo, Apple cotiza a un ratio precio-ganancias de 15,5 frente a un promedio de 21,1 para las empresas en el índice.
En cuanto a oportunidades de crecimiento, la compañía facturó unos 8.500 millones de dólares en el negocio de servicios durante el último trimestre. El dato representa un potente crecimiento del 34% frente al tercer trimestre de 2016. Este segmento incluye negocios como contenido digital, servicios como Apple Pay y Apple Music, y licenciamiento. En la medida en que el segmento de servicios gane participación sobre el total de la facturación de Apple, es de esperar que tenga un impacto creciente y positivo sobre la evolución de las ventas de la firma.
Conclusiones y aspectos fundamentales a tener en cuenta
Debido al tamaño de la compañía y considerando además que la industria de smartphones está madurando, resulta difícil para Apple generar elevadas tasas de crecimiento en las ventas.
Dado que el iPhone aporta cerca de un 70% de la facturación, la performance financiera de la firma depende considerablemente de los nuevos lanzamientos en este producto clave. En caso de un error grave en cuanto al desarrollo de nuevos modelos de iPhone, con toda probabilidad esto tendría un impacto considerable sobre los números de la empresa, y por lo tanto también sobre el precio de las acciones.
La dinámica competitiva es una cuestión bastante particular. Apple ocupa la posición de liderazgo en una industria en la cual es habitual que exista disrupción por parte de competidores más jóvenes y dinámicos. Sin embargo, la firma ha demostrado una capacidad inusual para proteger sus ventas y ganancias gracias a su poder de marca y la experiencia de usuario diferenciada que ofrecen sus productos.
En cuanto a factores positivos, no puede soslayarse que la fortaleza financiera de Apple es extraordinaria cuando se analizan los niveles de rentabilidad del negocio y su capacidad de generación de efectivo. Adicionalmente, la valuación de las acciones es bastante razonable, incluso atractiva, considerando la calidad de la empresa.
En definitiva, la pregunta central pasa por qué niveles de crecimiento Apple puede generar en el futuro. Si la firma logra acelerar sus tasas de crecimiento en base a mejoras en las tasas de crecimiento del iPhone, el impulso del segmento de servicios y/o nuevos productos, seguramente los retornos para los accionistas en la compañía serán más que atractivos. En un escenario adverso, en cambio, un estancamiento de las tasas de crecimiento sería un viento de frente considerable para el precio de las acciones.