Tal y como recogíamos que en nuestro comentario del lunes que podría ocurrir, ayer los mercados de valores occidentales “se movieron al son de los tipos de interés” y éstos lo hicieron en función de las mayores expectativas de crecimiento e inflación que se están manejando ahora para los países desarrollados. Así, los últimos datos macro publicados en Europa y EE.UU. –en Europa el lunes los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas de diciembre y ayer la estimación preliminar del mismo mes del IPC alemán, y en EE.UU. ayer los índices adelantados de actividad de los sectores manufactureros de diciembre y el gasto en construcción de noviembre- muestran que las principales economías desarrolladas terminaron el ejercicio 2016 “con fuerza” y que los precios, hasta ahora uno de sus principales “talones de Aquiles”, también han comenzado a subir, impulsados por los del petróleo. En ese sentido, señalar que ayer se supo que el IPC de Alemania se situó en diciembre muy cerca del objetivo estipulado por el BCE al alcanzar una tasa de crecimiento interanual del 1,7%, impulsado por el repunte de los precios de los carburantes y, en menor medida, de los alimentos frescos -el viernes el IPC español del mismo mes mostró un crecimiento interanual del 1,5% por los mismos motivos-.
Este repunte de los precios en Alemania tuvo un efecto directo en distintos mercados financieros: así, el dólar, que había empezado la sesión con mucha fuerza, llegando a revalorizarse más del 1% respecto al euro, perdió gran parte del terreno logrado por la mañana una vez publicado el mencionado dato de precios alemán. Lo mismo ocurrió en el mercado de bonos, donde se intensificaron las caídas de los precios de estos activos, lo que provocó un repunte de las rentabilidades. Todo ello tuvo un impacto directo en la renta variable, donde los sectores que salen más favorecidos por el repunte de los tipos, bancos y aseguradoras, entre otros, fueron los que mejor se comportaron durante la sesión, mientras que los valores de corte defensivo como las utilidades y los directamente dependientes de los tipos a largo, como las inmobiliarias, fueron los que peor lo hicieron. También destacó durante la jornada el comportamiento de los valores relacionados
con las materias primas, los cuales se animaron tras conocerse las positivas lecturas de los índices adelantados de los sectores de las manufacturas de diciembre en China, y ello a pesar de la renovada fortaleza del dólar, algo que suele lastrar la evolución de los precios de las commodities.
De este modo, los principales índices bursátiles occidentales continuaron mostrando fortaleza, cerrando la mayoría de ellos al alza, destacando los italianos y los españoles, en los que el sector bancario mantiene una elevada ponderación, y FTSE 100 británico, en el que las compañías ligadas a las materias primas tienen un peso importante y que ayer, en su primera sesión del ejercicio, volvió a marcar un nuevo máximos histórico.
Por su parte, los principales índices bursátiles estadounidenses cerraron con importantes avances, aunque algo por debajo de sus niveles más altos del día. El fuerte retroceso que experimentó por la tarde el precio del crudo, lastrado por las mayores expectativas de producción en Libia y en EE.UU., impidió que estos indicadores alcanzaran nuevos máximos históricos.
En principio hoy esperamos que continúe el buen tono en las bolsas europeas cuando abran esta mañana, mercados que seguirán así la estela dejada ayer por Wall Street y esta madrugada por los mercados asiáticos, especialmente por la bolsa japonesa que, en su primera sesión del año, ha cerrado con fuerte avances. En la agenda macro del día destaca la publicación en Europa de los índices adelantados de actividad de los sectores de los servicios del mes de diciembre, índices que, de confirmar que estas economías cerraron fuertes el ejercicio 2016, podrían provocar una nueva alza en los tipos de interés y en el euro. De ser así, el sector bancario continuaría recuperando terreno en perjuicio de sectores de corte más defensivo, cuyo mayor atractivo es la remuneración por dividendo y que, por tanto, “compiten” directamente con los bonos.
Por último, señalar que por la tarde, ya con las bolsas europeas cerradas, se publicarán las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), actas a partir de las cuales los inversores intentarán determinar las intenciones del banco central estadounidense en materia de tipos y de cara a 2017. Cualquier indicio de que los miembros del FOMC están pensando en acelerar el proceso de subida de tipos tendría un impacto directo en los bonos estadounidenses y en sus rentabilidades y reforzaría al dólar.