Los principales índices de los mercados de valores europeos cerraron AYER de forma mixta, pero sin apenas variaciones. No ocurrió igual con los estadounidenses, que volvieron a terminar el día con importantes avances, y ello a pesar de que las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) mostraron la preocupación de algunos de sus miembros sobre el potencial positivo impacto de las políticas fiscales expansivas anunciadas por la futura Administración Trump en el crecimiento económico y, por tanto, en la política monetaria de la institución. Más adelante volveremos sobre este tema. Antes comentar que en Europa los índices adelantados de actividad de los sectores de los servicios del mes de diciembre, los denominados PMIs servicios, que sorprendieron positivamente, confirmando que las principales economías de la región cerraron el ejercicio 2016 bastante “fuertes”, no tuvieron en los mercados de renta variable de la región el impacto previsible, mientras que la lectura preliminar de la inflación de diciembre en la Zona Euro les restaba protagonismo. En este sentido, señalar que a pesar de que tanto el mercado de bonos como el mismo euro reaccionaron al fuerte incremento que experimentó la tasa de crecimiento interanual del IPC en el mencionado mes y en comparación a la de noviembre, creemos importante destacar que ello fue consecuencia de la evolución de los precios de la energía en su comparativa interanual, algo que va a continuar impulsando la inflación al alza en los próximos meses –cabe recordar que a principios del 2016 los precios del petróleo experimentaron un fuerte retroceso, que les llevó a situarse a niveles de $ 25 el barril mientras que ahora rondan los $ 55-. Así, y sin tener en cuenta los precios de la energía y de los alimentos frescos, el subyacente del IPC tuvo una evolución en diciembre mucho más contenida, situándose su tasa de crecimiento interanual en el 0,9% (0,8% en noviembre), lejos del objetivo marcado por el BCE de cerca del 2%. Es por ello por lo que, por mucho que los mercados de bonos se pongan nerviosos y por mucho que desde Alemania se reclame al BCE que finalice su programa de compra de bonos en los mercados secundarios en marzo, de momento no vemos motivos para que la máxima autoridad monetaria de la región del euro modifique sus intenciones de prolongar este programa hasta finales de año. No obstante, el ligero repunte experimentado AYER por los tipos de interés a largo volvió a penalizar a los sectores de corte más defensivo, cuyos valores suelen ser utilizados como un proxy de los bonos.
Por otro lado, y volviendo sobre el contenido de las actas de la reunión de diciembre del FOMC, señalar que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, es el protagonista de las mismas a pesar de que no es nombrado en ningún momento. Al ya comentado riesgo al alza en el crecimiento económico que podrían conllevar sus políticas fiscales, que forzaría mayores subidas de tipos de las en principio estimadas, los miembros del Comité añaden cierto grado de incertidumbre sobre la ejecución de estos programas fiscales, tanto en el tiempo como en su cuantía. En principio, la reacción de los mercados de renta variable y de bonos estadounidenses a la publicación de las actas fue sorprendentemente de indiferencia, mientras que el dólar, en un movimiento que entendemos más técnico que de otro tipo, continuó debilitándose a pesar de la mencionada “amenaza” de mayores subidas de tipos de las previstas.
Por último, y en lo que hace referencia a la sesión de HOY, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran sin grandes variaciones, con los valores relacionados con las materias primas y los metales liderando los mercados, favorecidos por la debilidad del dólar, algo que siempre favorece el comportamiento de los precios de las commodities. Por lo demás, comentar que de la agenda macro del día destacaríamos la publicación en el Reino Unido y en EEUU de los índices adelantados de actividad de los sectores de los servicios, que deben confirmar, como hicieron AYER en la Europa continental y esta madrugada en China y Japón, que las principales economía mundiales cerraron 2016 con mucha fuerza. De ser así, ello podría animar a los inversores a seguir tomando posiciones en renta variable –el Dow Jones podría intentar superar por primera vez el nivel de los 20.000 puntos, nivel más psicológico y mediático que otra cosa- aunque, en principio, observamos cierto cansancio en los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses, por lo que no nos extrañaría que inicien una fase de consolidación o, incluso, que experimenten una pequeña corrección.