La semana se inició con novedades importantes en el precio del petróleo, que recuperó más del 3,5% en un solo día, impulsando a máximos históricos al índice Dow Jones, y generando un clima de euforia en las bolsas.
Paralelamente, el dólar cae fuerte en varios frentes, en especial ante el euro y el yen. La moneda única se acerca a 1,13, cota que perdió el 24 de junio pasado ante la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en tanto el yen quebró nuevamente la zona de 100, que no vencía desde el mismo día.
Hasta donde pueden extenderse las pérdidas del dólar? No hay precisiones al respecto, al menos definitivas. Cada moneda presenta un panorama distinto, y aunque en esta oportunidad es el dólar el que cae, se ve claramente la diferencia de fuerzas entre el resto de las divisas.
El euro, en principio, deberá quebrar 1,1335 para extender su rally a los máximos de junio, situados en 1,1430, aunque no le sobran los motivos para llegar hasta allí en el corto plazo. El gráfico de 4 horas presenta una sobre compra importante, y a menos que produzca una corrección de mediana importancia, hasta 1,1235, no es conveniente comprar en estos momentos.
El yen, por su parte, aparece con mayor fuerza que el euro, ya cerca de sus máximos de junio en 98,97, y el quiebre de dicho nivel podría estirar sus ganancias a la zona de 95 unidades, en el transcurso de la semana.
En tanto, la libra Esterlina se vio este martes beneficiada por un índice de inflación minorista mejor de lo esperado, y consiguió alejarse de sus mínimos de 31 años que alcanzó a inicio de julio en 1,2795. La divisa británica podría, a la superación del muy cercano 1,30, ganar terreno a 1,3070 en las próximas horas.
Los informes de Estados Unidos de la fecha podrían darle al dólar, sin embargo, algún respiro. Tanto los permisos de construcción como el índice de inflación minorista podrían haber mejorado el mes pasado, de modo que a las 8:30 del este se sabrá si esto efectivamente ocurre. Mientras tanto, conviene mirar con cierto recelo el alza del euro y el yen: ningún valor crece en forma permanente, y menos sin noticias de importancia que lo ameriten.