Tras la cifra de empleos de Estados Unidos conocida el viernes, y que dejó un sabor agridulce en el mercado, la semana que se inicia estará marcada por las reuniones que habitualmente sostienen los bancos centrales en materia de política monetaria.
Si bien la reunión de la Fed queda lejos aún en el tiempo (20 y 21 de septiembre), el encuentro del Banco Central Europeo, encabezado por su presidente, Mario Draghi, estará al tope de la atención de los inversores. El euro, que el viernes se disparó al alza con los informes de empleos mencionados, terminó la semana otra vez perdiendo terreno, y con señales de debilidad para los próximos días. ¿Será la conferencia de prensa de Draghi del próximo jueves la oportunidad de recuperarse para la moneda única? Es probable. Draghi suele hablar bien de su gestión.
Antes de que esto ocurra, puntualmente el martes, el Banco de la Reserva de Australia dará a conocer su política monetaria del mes en curso. No se esperan cambios en los tipos de interés, que quedarán en el 1,5%, al que llegó el RBA luego de varios recortes de los mismos, dos de los cuales tuvieron lugar este mismo año. El dólar australiano mantiene una senda alcista de mediano plazo, aún cuando cayó fuerte durante el mes de agosto; pese a ello, parece listo para retomar su tendencia al alza para el resto de la semana.
Por su parte, el Banco de Canadá anunciará sus tipos de interés el miércoles, sin que tampoco se esperen cambios. Los mismos quedarían en el 0,5%, en momentos en que el Loonie se ubica por debajo de 1,30, ante la baja de relativa importancia que está sufriendo el petróleo en las últimas semanas.
Por lo demás, los oficiales de la Fed habrán sentido algún alivio con los datos de empleo: le quitaron presión para tomar decisiones que por lo visto se rehúsan a tomar, y la posibilidad de que los tipos de interés queden en el rango actual del 0,25 al 0,5% se incrementaron.
Como se ve, una semana con muchos atractivos, con movimientos probablemente medidos, pero con una buena perspectiva en cuanto a las oportunidades que se crearán para operar en plazos cortos.