Por Syed Raza Hassan
ISLAMABAD (Reuters) - Una multitud ha matado en Pakistán a una mujer de una minoría religiosa y a dos de sus nietas después de que un miembro de la fe ahmadí fuera acusado de colgar material blasfemo en Facebook, dijo el lunes la policía, en el último ejemplo de una creciente violencia contra las minorías del país.
Las fallecidas, entre los que estaban una niña de siete años y su hermana, eran ahmadíes, que se consideran musulmanes pero que creen en un profeta posterior a Mahoma. Una ley paquistaní de 1984 los declaró no musulmanes y muchos paquistaníes los consideran herejes.
La policía dijo que el episodio violento, ocurrido el domingo por la noche en la localidad de Gujranwala, a 220 kms al sudeste de la capital, Islamabad, comenzó con un altercado entre jóvenes, uno de los cuales era un ahmadí acusado de colgar en Internet "material inaceptable".
"Luego, una multitud de 150 personas llegó a la comisaría exigiendo que se registrara un caso de blasfemia contra el acusado", dijo un policía que no quiso ser identificado.
"Mientras la policía negociaba con la multitud, otro grupo de gente atacó y comenzó a quemar las casas de los ahmadíes".
El joven acusado de colgar la información en Facebook no resultó herido, dijo.
Bajo la ley paquistaní, los ahmadíes no pueden usar saludos musulmanes, realizar oraciones musulmanas o referirse a su lugar de oración como mezquita.
Salim ud Din, portavoz de la comunidad ahmadí, dijo que fue la peor agresión contra la comunidad desde que unos ataques simultáneos contra lugares de oración de esta minoría se saldaran con 86 ahmadíes muertos hace cuatro años.
"La policía estaba allí pero mirando el incendio. No hicieron nada para detener a la multitud", dijo. "Primero saquearon sus casas y tiendas y luego quemaron sus casas".
El agente de policía dijo que habían intentado frenar a la multitud.
Las acusaciones de blasfemia están creciendo en Pakistán, donde el año pasado se registraron al menos 68, según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán. Un centenar de personas han sido acusadas de blasfemia este año.
Los defensores de los derechos humanos dicen que las acusaciones se usan cada vez más para llevar a cabo venganzas personales o para hacerse con la propiedad del acusado.