Por Carjuan Cruz
Investing.com - Los temores en torno a que se concrete una recesión y se profundice una desaceleración económica el resto del año está reduciendo la demanda de petróleo y tumbando los precios, que ahora caen entre 9% y 10%, con el referencial estadounidense (WTI) por debajo de los $100.
Los precios del crudo estaban en aumento en la recuperación postpandemia, cuando la demanda se reactivó mucho más rápido que la oferta, y los inventarios seguían cortos. Luego, la guerra en Ucrania después de la invasión rusa, elevó la incertidumbre en cuanto al suministro y el petróleo se disparó a máximos de $130. Y estos altos precios impulsaron aún más el acelerado avance de la inflación.
Pero los cierres en China por brotes de Covid, y las posibilidades de recesión por las restricciones de liquidez para controlar la inflación, tumbaron el precio del crudo, e incluso tienen a algunas entidades haciendo pronósticos bajistas, en medio de una mayoritaria proyección alcista.
Según un informe de Citi, el precio del crudo referencial Brent podría caer a 65 dólares a finales de 2022 si la economía entra en una recesión.
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“Con aumento del desempleo, quiebras de empresas y hogares, las materias primas podrían caer en una curva de costos decreciente a medida que los costos se desinflen y los márgenes se vuelvan negativos para impulsar la reducción de la oferta”, indicaba un documento de la entidad.
Este pronóstico de Citi se contrapone al de otros bancos de inversión, como Goldman Sachs (NYSE:GS), que proyecta que el barril podría llegar incluso a $140.