Pekín, 12 jun (EFE).- Economías emergentes como las asiáticas y
tradicionalmente en desarrollo, como las latinoamericanas, están
reaccionando mejor ante la crisis que los países desarrollados,
aunque los principales directivos de la banca internacional siguen
pidiendo prudencia.
"Las perspectivas de Latinoamérica son, en términos relativos,
bastante mejores que las que se habían visto antes, porque por
primera vez la economía mundial está cayendo, y la latinoamericana
cae menos", señaló a Efe José de Gregorio, gobernador del Banco
Central de Chile.
De Gregorio explicó, en el marco de la reunión de primavera del
Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, en inglés) que finaliza
hoy en Pekín, que "el mundo, en particular los países
desarrollados", están más afectados por la crisis global.
"Normalmente cuando los países desarrollados tenían problemas,
nuestros problemas eran mucho más graves. Hoy día los problemas de
los países desarrollados son más graves que los nuestros", dijo.
El chileno advirtió de que la región latinoamericana no está a
salvo de la crisis, pero atribuyó su mejor reacción a un esfuerzo en
la aplicación de políticas monetarias y fiscales de estímulo.
En una línea similar se pronunció Zeti Akhtar Aziz, gobernadora
del Bank Negara Malaysia al referirse a la región asiática, donde
los países ricos tienen puestas las esperanzas para la recuperación.
"Asia no está en el epicentro de la crisis financiera", confirmó
Aziz, quien no obstante señaló que la economía real "podría haberse
visto más afectada sin las políticas aplicadas en los últimos años
para estimular la demanda interna".
La mitad del comercio exterior de la región asiática depende
todavía de los países desarrollados.
"Una vez se haya estabilizado la situación, Asia tendrá aún
mayores oportunidades de crecimiento", concluyó la malasia.
Aunque todo el mundo mira a China como tabla de salvación con sus
perspectivas de crecimiento del 8 por ciento para este año, para
Stephen Roach, presidente de Morgan Stanley Asia, "la gran esperanza
puede venir de la India", señaló en referencia a su resultado
macroeconómico, sistema financiero y formación de profesionales.
Además, recomendó a Asia modificar su modelo de crecimiento hacia
una economía menos dependiente de las exportaciones a largo plazo.
Sin embargo, el economista condicionó cualquier crecimiento al
consumo y la demanda global, "y sólo hay un consumidor en el mundo,
Estados Unidos".
Pero la situación en EEUU no parece muy boyante a corto plazo:
"la actividad económica global puede reaccionar bien en el cuarto
trimestre de este año, pero todavía hay dudas acerca de su velocidad
y sostenibilidad", pronosticó William Rhodes, presidente de
Citibank.
Y agregó que "el consumo en EEUU no va a regresar a corto plazo
al nivel que tenía hasta 2008. Hay que ser cautos".
En cuanto a Europa, Philipp Hildebrand, vicepresidente del Swiss
National Bank, parafraseó a Mao Zedong al señalar que "todavía es
pronto para opinar", y advirtió que la situación de desempleo, "que
alcanza máximos históricos en España con un 20 por ciento", todavía
tardará en recuperarse.
Aunque los principales banqueros y financieros reunidos en el
encuentro del IIF en Pekín piden no ser superficiales acerca de la
lectura de la economía china, Zhu Min, vicepresidente del Bank of
China, se mostró seguro de que su país puede alcanzar el objetivo de
crecimiento propuesto para este año.
Pero Zhu advirtió de que "la economía global no se ha
estabilizado aún" y China, que sufre un problema de exceso de
capacidad, tiene que cambiar su modelo de crecimiento, agregó.
"Todavía hay señales contradictorias en la economía china", opinó
Liu Mingkang, presidente de la Comisión Reguladora de la Banca,
quien agregó que las masivas políticas de estímulo aplicadas por su
gobierno desde noviembre "han frenado el pánico, pero no son
suficientes", señaló en referencia a los 24 millones que buscan
empleo en su país. EFE