Tanto analistas como expertos en salud pública se tambalean ante la promesa del presidente Donald Trump de que "el país se abrirá y se pondrá en marcha para la Pascua", cualesquiera que sean los riesgos del coronavirus.
A menos de tres semanas de la Pascua, el presidente se ha desviado del consejo de las autoridades de salud pública de todo el mundo, tuiteando el 24 de marzo que:
“Nuestra gente quiere volver al trabajo. Practicarán el distanciamiento social y todo lo demás, y los ancianos serán vigilados con protección y amor. Podemos hacer dos cosas juntos. ¡LA CURA NO PUEDE SER PEOR (por mucho) QUE EL PROBLEMA! El Congreso debe actuar ahora. ¡Volveremos fuertes!”