La inflación en los Estados Unidos, en efecto, se ha salido de control. Los precios de los alimentos, los inmuebles y la energía, en particular, están por las nubes. El mercado laboral se ha convertido en un rompecabezas bastante contrario y sumamente complejo. La globalización está en crisis. Y los inversores se preocupan en tiempos tan inciertos. La Reserva Federal de los Estados Unidos (La Fed) se ha visto en la obligación de subir las tasas de interés agresivamente. ¿Entraremos en una recesión por ello?
En el mundo de hoy, el centro político es cada vez más pequeño. Por ende, ya nadie escucha a los moderados. De hecho, nadie escucha a los economistas. La sociedad ha escogido refugiarse en los extremos. Entonces, ahora todo es una gran teoría de conspiración. La crisis de representatividad se ha convertido en una crisis de confianza. ¿Quién confía en las instituciones? ¿Quién confía en la prensa? ¿Quién confía en los académicos? ¿Quién confía en los expertos?
- ¿Cómo rediseñar nuestro portafolio en tiempos inciertos?
Lamentablemente, hoy en día, hay muy poco reflexión sincera o debate real, porque cada bando tiene su propia verdad ya preestablecida. La verdad de la tribu es la verdad del universo. Y si mi verdad no es tu verdad, con toda probabilidad, somos enemigos. Analicemos esta frase: “La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”. Esta frase del economista Milton Friedman escrita hace más de 50 años es prácticamente un dogma de fe para muchos sectores. Los conservadores, los libertarios, los anarco-capitalistas y muchos en la derecha consideran esta frase (en muchos casos) como una verdad sagrada y evidente. La Fed interviene. Luego, van al supermercado y ven un aumento astronómico de los precios. ¡Friedman es un genio!