De este modo, han ayudado a que personas normales se conviertan en celebridades conocidas, muchas de las cuales tienen ahora más influencia que las cadenas de televisión y los medios de comunicación impresos. Lo mismo puede decirse de los servicios de transmisión de música como Spotify (NYSE:SPOT) e iTunes, que ahora permiten a los músicos saltarse los acuerdos con las discográficas y simplemente subir sus canciones directamente a las plataformas a través de servicios como DistroKid y otros.
Aunque se trata de hazañas asombrosas, por no decir otra cosa, el modelo aún debe mejorarse. Según Jack Cheng, cofundador de GazeTV, una plataforma de entretenimiento social basada en blockchain:
"Los creadores de contenidos no tienen muchas opciones hasta que son famosos o tienen un gran número de seguidores, e incluso entonces pueden ser deplorados con bastante facilidad. Si pensamos en los primeros días de YouTube, la plataforma no ganaba dinero. Hoy en día la plataforma gana dinero como parte de un gran motor de generación de datos".