Londres, 20 may (EFE).- El Índice de Precios al Consumo (IPC) del Reino Unido subió por primera vez en diez meses en abril y se situó en el 1,8 por ciento, frente al 1,6 por ciento registrado en marzo, informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Entre otros factores, la inflación interanual aumentó el pasado mes como consecuencia de la subida del precio del transporte aéreo y marítimo durante Semana Santa, mientras la gasolina se encareció en 2,1 libras (2,58 euros) entre abril de 2013 y de 2014.
Según la ONS, la presión alcista también provino de la recuperación de los precios de la ropa y de los accesorios de vestir femeninos.
Por contra, cayó un 0,5 por ciento el precio de la comida y el de las bebidas no alcohólicas, circunstancia que algunos expertos atribuyen a la llamada "guerra entre supermercados" que se libra en este país.
En este contexto, la ONS señaló que el precio de las verduras bajó un 2,3 por ciento en abril respecto a marzo debido, en parte, a una buena temporada agrícola, mientras que el del pescado también disminuyó un 3,4 por ciento.
El Índice de Precios Minoristas (RPI, sus siglas en inglés), que incluye los costes de los pagos hipotecarios, se situó en abril en el 2,5 por ciento, sin cambios respecto al mes anterior.
A pesar de la subida experimentada en abril, esperada por los expertos, la inflación británica se sitúa aún por debajo del objetivo oficial del Gobierno y el Banco de Inglaterra, del 2 por ciento.
El banco emisor prevé que el IPC no superará ese techo a corto plazo, en un momento en el que los tipos de interés están en el mínimo histórico del 0,5 por ciento, el desempleo presenta una tendencia a la baja y el Gobierno estima que el producto interior bruto (PIB) podría crecer un 2,7 por ciento este año.
La primera subida de la inflación en diez meses se produce después de que el pasado mes el jefe del Tesoro, el liberaldemócrata Danny Alexander, destacase que sus actuales niveles "alivian la presión sobre el presupuesto familiar y refuerzan la economía".
No obstante, la oposición en el Reino Unido insiste en que los precios están subiendo más rápido que los salarios, que aumentaron un 1,7 por ciento entre los pasados meses de diciembre y febrero.