Riad, 29 dic (EFE).- El ministro saudí de Finanzas, Ibrahim al Asaf, ha adelantado que estudia aplicar un impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 5 %, así como subir las tasas de algunos productos para paliar el déficit público, que en 2015 batió un récord alcanzando los 98.000 millones de dólares.
En una entrevista publicada hoy en el diario económico saudí "Al Iqtisadiya", Al Asaf aseguró que un IVA del 5 % es "el mejor tipo de imposición" y que la idea es implantarlo en dos años.
Con este plazo las autoridades pretenden tranquilizar a la sociedad y a los detractores de cualquier tipo de impuestos convencionales, que hasta ahora no se aplican en el reino por considerarse contrarios a la "sharía" o ley islámica.
El ministro también indicó que las autoridades plantean imponer tasas a las bebidas no alcohólicas y a la energía con porcentajes variables del 50 al 100 %.
Para reducir el déficit público, el Gobierno tiene previsto emitir bonos internacionales y locales en 2016, con el objetivo de que "no afecte a la capacidad del sector bancario en dar préstamos al sector privado", según Al Asaf.
Las autoridades saudíes anunciaron ayer que desean reducir el gasto público en unos 135.000 millones de riales (36.000 millones de dólares y 33.000 millones de euros).
De esta forma pretenden limitar el déficit en 2016, que se calcula que será de unos 326.000 millones de riales (87.000 millones de dólares ó 79.000 millones de euros).
El déficit de 2015 ascendió a 367.000 millones de riales saudíes (casi 98.000 millones de dólares u 89.000 millones de euros), un dato récord para este país cuya economía se base principalmente en el petróleo.
Al Asaf insistió además en que Arabia Saudí quiere disminuir su dependencia de los ingresos del petróleo y diversificar su economía, para que haya "un balance en sus ingresos".
Justificó en la entrevista que la subida de los precios de los productos petroleros y la electricidad es "fundamental para racionalizar el consumo".
Ayer, el Gobierno de Arabia Saudí decidió aumentar los precios de la mayor parte de los productos petroleros y de otros combustibles como el gas, después de haber anunciado que reducirá los subsidios para limitar el gasto público en 2016.
El precio de la gasolina de 95 octanos aumentará por ejemplo un 50 %, de 0,60 riales a 0,90 (0,24 dólares o 0,21 euros), mientras que la factura de la electricidad no sufrirá un incremento sustancial para los hogares, pero sí se elevará un 25 % para el sector comercial y agrícola.
Arabia Saudí, el principal exportador de petróleo, ha mantenido este año un gasto público elevado pese al hundimiento del precio del barril desde agosto de 2014.
El precio del petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que destaca Arabia Saudí, se ha situado en su valor más bajo en una década con poco más de 30 dólares por barril.