Por Linda Sieg y Kanupriya Kapoor
TOKIO/YAKARTA (Reuters) - El primer ministro japonés, Shinzo Abe, se reunió el miércoles con el presidente chino, Xi Jinping, en el marco de una cumbre en Indonesia, la última señal de un deshielo en las relaciones entre las dos principales potencias asiáticas.
Abe dijo a los periodistas tras la cita que había acordado con Xi trabajar en la mejora de los lazos bilaterales y contribuir a la estabilidad regional mediante la promoción de "relaciones estratégicas de beneficio mutuo".
Abe, quien destacó que las relaciones entre Tokio y Pekín comenzaron a mejorar tras una reunión con Xi a finales del año pasado, dijo: "Queremos que la tendencia mejore con unas relaciones bilaterales sólidas".
La reunión tuvo lugar a pesar de la decepción generada por un discurso dado por Abe en la cumbre Asia-África, donde hizo alusión a los remordimientos de Tokio por su comportamiento en la Segunda Guerra Mundial sin emitir una disculpa formal.
Previamente el miércoles, parlamentarios japoneses del gobierno y la oposición visitaron un santuario de guerra en Tokio que es considerado por China como un símbolo del militarismo de su vecino en el pasado.
Sin embargo, Xi y Abe se reunieron durante media hora, lo que indica la voluntad de ambos países por mejorar las relaciones y promover un acercamiento cauteloso.
"La confrontación entre China y Japón se ha aliviado y han restaurado su diálogo diplomático", dijo Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Renmin, en Pekín.
Las tensiones entre las dos mayores economías de Asia han estallado en los últimos años debido a disputas que se remontan a tiempos de guerra, así como también a conflictos por temas territoriales.
Los recuerdos de la agresión militar de Japón en el pasado son profundos en China, que ha instado repetidamente a Tokio a enfrentarse a la historia.