Washington, 15 abr (.).- El presidente de Estados Unidos (EE.UU.) , Joe Biden, designó este viernes a Michael Barr, un ex alto cargo del Departamento del Tesoro, para ejercer de vicepresidente de la Reserva Federal (Fed) encargado de supervisar a las entidades bancarias.
Biden hizo este anuncio en un comunicado justo un mes después de que el pasado 15 de marzo tuviese que retirar la designación de Sarah Bloom Raskin para este mismo cargo, al no contar con suficientes apoyos en el Senado para que su confirmación saliese adelante.
Barr trabajó para el Tesoro estadounidense durante la presidencia de Barack Obama (2009-2017) y desempeñó un papel determinante en la redacción de la ley conocida como Dodd-Frank de 2010, que fijó las nuevas reglas de juego para Wall Street después de la crisis financiera de 2008.
"Michael aporta la experiencia y conocimiento necesarios para este cargo importante en un momento crucial para nuestra economía y para las familias en todo el país", indicó Biden al anunciar la propuesta.
De ser confirmado por el Senado, Barr sería el responsable de supervisar el comportamiento de los mayores bancos de Estados Unidos y de determinar cuáles son las reservas de capital que deben mantener para garantizar su viabilidad.
La anterior candidata de Biden para este puesto, Raskin, había prometido mayores esfuerzos desde la Reserva Federal para analizar cómo el cambio climático amenaza la estabilidad financiera de EE.UU. y su economía, algo que le valió la oposición tanto de los republicanos como de algunos demócratas.
En este sentido, aunque la Casa Blanca culpó en su momento del fracaso al Partido Republicano, lo que realmente tumbó las opciones de la candidata de Biden fue la oposición por parte del senador demócrata Joe Manchin, un apoyo clave ya que los progresistas cuentan con únicamente 51 votos (la mitad de la cámara más uno), por lo que para pasar cualquier medida necesitan contar con el 100 % de sus filas.
Manchin está muy vinculado al sector minero de Virginia Occidental, uno de los estados más conservadores del país, y siempre ha procurado distanciarse del ala más progresista del Partido Demócrata.