Brasilia, 27 sep (.).- Brasil confía en la demanda asiática para ampliar su participación en el mercado agrícola mundial desde el actual 7 % hasta el 10 % en cinco años, aseguró hoy el ministro de Agricultura, Blairo Maggi.
Maggi afirmó en una rueda de prensa que los acuerdos comerciales que la delegación brasileña hizo en una gira por siete países asiáticos pueden generar negocios de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares y ayudar a Brasil a convertirse en el responsable de la décima parte de las exportaciones mundiales de alimentos.
La delegación, encabezada por el Ministerio de Agricultura y en la que participaron numerosos empresarios del sector, negoció la ampliación del comercio agrícola de Brasil con Vietnam, Malasia, la India, Corea del Sur, China, Birmania y Tailandia, y una mayor apertura de esos países a las carnes, granos y lácteos brasileños.
Maggi, uno de los mayores productores brasileños de soja, aseguró que escogió Asia como el principal blanco de sus gestiones para abrir mercados en el exterior por ser el continente que concentra el 51 % de la población mundial y con alto potencial de crecimiento económico y de aumento del consumo.
Brasil, uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos y líder de productos como carne de pollo, soja, café, azúcar y zumo de naranja, aún enfrenta restricciones en algunos países asiáticos, principalmente para sus carnes.
El ministro dijo que uno de los principales resultados de su viaje fue el inicio de una negociación con Vietnam para que ese país reabra su mercado a las exportaciones brasileñas de carne bovina, porcina y de pollo.
Agregó que con Malasia avanzaron las negociaciones para la apertura a las carnes de pollo y que el país asiático aceptó mandar técnicos para inspeccionar los fabricantes brasileños que podrán recibir autorización para exportar.
En Corea del Sur se concluyó una de las últimas fases en el proceso que abrirá el mercado de ese país a las exportaciones de carne porcina brasileña, inicialmente procedente del estado de Santa Catarina.
En la India, en donde se acordó la venta de productos como madera, cuero y pescado, se impulsó un acuerdo por el que la empresa UPL se comprometió a invertir 1.000 millones de reales (unos 303 millones de dólares) en la construcción de una planta en Brasil para producir agroquímicos.
"Es difícil medir el resultado de la visita en números pero podemos decir que conseguimos comprometer entre 1.500 millones de dólares y 2.000 millones de dólares en negocios", afirmó el ministro.
Maggi afirmó que es difícil saber si esos negocios finalmente se concretarán pero alegó que al menos cumplió la misión como ministro de "generar un ambiente propicio para la firma de contratos entre las empresas privadas".
El ministro afirmó que Brasil necesita diversificar sus exportaciones agrícolas hacia los países asiáticos, muy concentradas hasta ahora en la soja, e identificar nichos de demanda de "productos de mayor valor agregado".