Adrià Calatayud
Pekín, 17 dic (EFE).- China recibió hoy el alza de los tipos de interés en Estados Unidos con un nuevo mecanismo que desvincula del posible fortalecimiento del dólar su moneda, el yuan, que cotiza en los mínimos de los últimos cuatro años tras una devaluación gradual.
Aunque no ha habido una reacción oficial por parte de las autoridades de la segunda economía mundial a la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el Banco Popular de China (central) llevaba días preparándose para esta subida.
En este sentido, la tasa de cambio del yuan con respecto a la moneda estadounidense se situó hoy en su nivel más bajo desde el verano de 2011 (6,48 yuanes por dólar), tras una depreciación de un 1,26 % acumulada a lo largo de las tres últimas semanas.
Desde que la moneda china entró en la cesta de divisas de referencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), el pasado 30 de noviembre, el ente regulador ha dejado que el valor del yuan descendiera de forma progresiva, al fijar cada día un tipo de cambio de referencia más bajo que el anterior.
La cotización de la moneda china con otras grandes divisas también ha tendido a la baja y, desde el 30 de noviembre, el euro se ha apreciado un 4 % con el yuan, el yen japonés un 1,52 % y la libra esterlina un 0,87 %.
Paralelamente, el banco central chino anunció el pasado viernes la creación de un nuevo índice sobre el tipo de cambio de su moneda que, al compararlo con un grupo de 13 divisas, trata de reducir la influencia del dólar en la cotización del yuan.
La principal de las divisas que forman esa cesta es el dólar (que representa un 26,40 %), seguida por el euro (21,39 %) y el yen (14,68 %).
Se espera que la histórica medida de la Fed, su primer aumento en el precio del dinero desde 2006, haga subir al valor del dólar, por lo que el regulador chino va dando pasos para dejar atrás la histórica vinculación de su moneda con el "billete verde".
"A pesar de que el dólar sigue representando la mayor parte del índice, éste pone un peso importante detrás del euro y el yen japonés. A medida que la tasa de cambio del yuan se hace más sincrónica con el euro y el yen japonés, esto podría abrir la puerta a una mayor depreciación frente al dólar", dijo hoy a Efe el economista jefe para Asia de BBVA (MC:BBVA) Research, Le Xia.
Debido a la fortaleza que ha exhibido el dólar en los últimos meses y a que el yuan seguía muy apegado a él, la moneda china también se apreció respecto a otras divisas, lo que ha restado competitividad a las exportaciones chinas y las ha conducido al terreno negativo.
Por ello, el pasado mes de agosto el banco central devaluó el yuan, una decisión que sacudió los mercados internacionales y contribuyó a retrasar la subida de tipos de la Fed.
El banco central chino defendió, en un comunicado, que mantener estable el valor del yuan con respecto a una única divisa puede provocar "distorsiones", por lo que consideró que una cesta de monedas refleja mejor los equilibrios del mercado.
Xia explicó que los últimos movimientos del banco central chino deben entenderse en el contexto de la liberalización de los flujos de capitales del país y ayudan al gigante asiático en su transición hacia un tipo de cambio de libre flotación.
"No obstante, su resultado a corto plazo es una mayor devaluación del yuan respecto al dólar", añadió el economista de BBVA.
Además, el banco central chino argumentó que las grandes economías mundiales se encuentran en "diferentes ciclos" y que sus políticas monetarias no tienen por qué coincidir.
Para estimular la actividad económica, el Banco Popular de China ha rebajado en seis ocasiones los tipos de interés de referencia desde noviembre de 2014, una relajación que va en sentido contrario al movimiento de la Fed.
Esta disparidad de tendencias plantea una complicada situación a la economía china, que desde la flexibilización de su política monetaria de hace un año está viendo salidas de capitales, aceleradas tras las depreciaciones de agosto.
"Unos tipos más bajos en China podrían ayudar a apuntalar las hojas de balance y la demanda doméstica, pero crean el riesgo de espolear una fuga de capitales buscando los tipos al alza de Estados Unidos", advirtió hoy el director de la división de deuda soberana en Asia Pacífico de la agencia de calificación Fitch, Andrew Colquhoun.
Para Colquhoun, la clave está en ver si la segunda economía mundial "puede conciliar los imperativos potencialmente conflictivos de la estabilidad financiera doméstica y externa".