Tokio, 9 oct (.).- El Banco de Japón (BoJ) anunció este viernes que iniciará en 2021 un estudio de viabilidad para la creación de una divisa digital, como respuesta al auge de los servicios de pago digitales y de las criptomonedas.
El BoJ "explorará una divisa digital del banco central de uso general, conduciendo experimentos prácticos, en lugar de limitándose a la investigación conceptual como hasta ahora", según informó la entidad en un comunicado.
Se trata de la primera ocasión en que el banco central nipón confirma oficialmente que trabaja en un proyecto relacionado con las divisas digitales, después de que los medios locales vincularan al BoJ a varias iniciativas en el campo de las criptomonedas junto a bancos centrales nipones.
El BoJ pretende de esta forma adaptarse al "rápido desarrollo de la digitalización" en los servicios financieros, que puede crear "un pico de demanda de una divisa digital centralizada" para su uso por particulares y empresas.
La entidad considera necesario "prepararse profundamente para responder a estas circunstancias", aunque precisó que "por el momento no planea emitir" una moneda de este tipo.
El BoJ también participa como observador desde el pasado junio en una plataforma creada por tres de los mayores bancos de Japón y empresas de otros sectores para desarrollar un "yen digital", un sistema de pago electrónico basado en la divisa nipona y en la tecnología de la cadena de bloques.
Japón se convirtió en 2016 uno de los primeros países en regular las criptomonedas, monedas virtuales que entre otras cosas se caracterizan por ser descentralizadas y por su alta volatilidad, y desde entonces ha sido escenario de varios intentos de bancos nipones para desarrollar divisas basadas en esa tecnología pero centralizadas y vinculadas al yen.
La iniciativa del banco central nipón va en línea con las emprendidas por otros países como China, cuyo banco central aspira a ser el primero del mundo en emitir su propia moneda digital, o a los bancos centrales de la Unión Europea y del Reino Unido, que han comenzado a explorar la idea.
La popularización de criptomonedas descentralizadas como el bitcóin ha puesto en guardia a las autoridades financieras y a los bancos centrales de todo el mundo, que ven en esas divisas virtuales un potencial vehículo para actividades ilícitas, además de una amenaza a largo plazo sobre su control de la política monetaria.