PEKÍN, 2 oct (Reuters) - El Banco Mundial ha mantenido su previsión de crecimiento económico de China para 2023 en el 5,1%, en línea con su estimación anterior de abril, pero ha recortado su predicción para 2024 al 4,4% desde el 4,8%, citando la persistente debilidad de su sector inmobiliario.
Para Asia oriental y el Pacífico, incluida China, el Banco Mundial recortó ligeramente su previsión de crecimiento del producto interior bruto para 2023 al 5,0%, desde el 5,1% estimado anteriormente, según su actualización regional semestral publicada el domingo.
Para 2024, el Banco redujo sus perspectivas regionales al 4,5%, frente al 4,8% anterior, debido a factores externos como la atonía de la economía mundial, los elevados tipos de interés y el proteccionismo comercial.
"En 2022 se impusieron casi 3.000 nuevas restricciones al comercio mundial, tres veces más que en 2019", dijo el Banco Mundial.
En el caso de China, el repunte de la reapertura de la economía tras tres años de políticas de cero COVID se ha desvanecido, y la elevada deuda y la debilidad de su sector inmobiliario están lastrando el crecimiento, dijo el Banco Mundial en su informe.
Tras meses de datos desalentadores, la segunda economía mundial ha empezado a mostrar signos de estabilización.
La actividad de las fábricas chinas creció en septiembre por primera vez en seis meses, según un sondeo oficial publicado el sábado.
Los primeros signos de mejora habían aparecido en agosto, con una aceleración de la producción fabril y del crecimiento de las ventas al por menor, al tiempo que se reducían los descensos de las exportaciones y las importaciones y disminuían las presiones deflacionistas. Los beneficios de las empresas industriales registraron un sorprendente aumento del 17,2% en agosto, invirtiendo el descenso del 6,7% de julio.
Los analistas afirman que será necesario un mayor apoyo económico para garantizar que la economía china alcance el objetivo de crecimiento fijado por el Gobierno, en torno al 5% este año.
Según el Banco Mundial, la intensificación de las reformas estructurales, incluida una mayor liberalización del sistema de permisos de residencia "hukou", que controla los movimientos de la población dentro del país , la mejor infraestructura de seguridad social y una mayor previsibilidad normativa para las inversiones en productos innovadores y ecológicos podrían contribuir a reactivar el consumo y la inversión, sentando las bases de un crecimiento sostenible.
La atonía económica de China ha polarizado a los asesores del Gobierno sobre el mejor camino a seguir.
Los partidarios de la reforma abogan por acelerar las reformas estructurales, como la relajación del sistema "hukou" para estimular el consumo y la eliminación de las barreras de entrada al mercado para las empresas privadas en detrimento de los gigantes estatales.
(Reporte de Ryan Woo; Edición de Jamie Freed, editado en español por José Muñoz)