Fráncfort (Alemania), 8 oct (.).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) está más preocupado por la velocidad de apreciación del euro frente al dólar que por el nivel del tipo de cambio, según se desprende de las actas de su reunión del 10 de septiembre, publicadas este jueves.
En esa reunión el BCE mantuvo los estímulos monetarios y reconoció que la recuperación económica ante el impacto de la pandemia es desigual en los países.
La información disponible señala "una recuperación fuerte de la actividad económica de la zona del euro", si bien la recuperación "es incompleta, desigual y está sujeta a una incertidumbre considerable", según el BCE.
El BCE ha aprobado, de momento, estímulos monetarios por valor de 1,35 billones de euros para hacer frente a los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 y es posible que incremente de nuevo la cantidad, aunque no se espera que lo vaya a hacer en la reunión de finales de octubre.
El Consejo de Gobierno había calculado un escenario base en el que consideraba que el virus estaba bajo control, pero en la reunión de septiembre reconoció que existe una "incertidumbre considerable" respecto a la evolución de la pandemia y el desarrollo de la vacuna.
Por ello algunos miembros del BCE consideraron que "no se podía excluir por completo el escenario severo, ya que se ha producido una nueva ola de infecciones", incluso si no ha sido tan letal como la primera ola.
El resurgimiento del virus en Europa va a afectar a la recuperación económica de algunos países de la zona del euro.
El BCE pronosticó en la reunión de septiembre que tardará algún tiempo hasta que la vacuna esté disponible de forma amplia y hasta ese momento se mantendrá la preocupación por la economía.
Además de la evolución de la pandemia, el Consejo de Gobierno del BCE va a prestar gran atención a las negociación del "brexit", a los resultados de las elecciones presidenciales en EEUU y a los planes fiscales de algunos países de la zona del euro y del área en su totalidad.
"Dada la apertura de la economía de la zona del euro, los miembros del Consejo de Gobierno consideraron que una apreciación mayor del tipo de cambio constituye un riesgo para el crecimiento y la inflación", según las actas.
De hecho, el personal del BCE ha considerado en sus proyecciones macroeconómicas de septiembre "un impacto significativo de la apreciación del tipo de cambio del euro en la inflación" de la región.
El euro se ha apreciado significativamente frente al dólar, pero también frente a casi todas las divisas de economías avanzadas y emergentes desde mediados de julio.
Este apreciación, añaden las actas, refleja en parte que ha mejorado la valoración de riesgo de la zona del euro tras el acuerdo político sobre el plan de recuperación en la Unión Europea (UE).
Por ello se redujo la huida de los inversores a puertos seguros, como el dólar, que se apreció por este motivo al principio de la pandemia ante la percepción de riesgos en los mercados.
La caída de las tasas de interés reales, descontada la inflación, en EEUU ha acelerado la depreciación del dólar, que pierde atractivo para los inversores porque la zona del euro tiene tasas de interés más elevadas en algunas regiones respecto al resto del mundo.
El euro se ha apreciado un 7 % frente al dólar desde sus niveles anteriores al estallido de la pandemia porque los inversores han reducido sus tenencias de deuda denominada en dólares cuando subía la inflación y "este efecto fue también más fuerte cuando las tasas de interés reales estaban en territorio negativo".
El tipo de cambio efectivo nominal del euro, sin descontar la inflación, es superior al que se registró en 2018, pero los miembros del Consejo de Gobierno consideraron en la reunión de septiembre "que era el ritmo de apreciación del euro, más que el nivel del tipo de cambio, lo que podría convertirse en una preocupación".
"En el momento actual, sin embargo, no estaba claro cuánto persistirían los recientes movimientos del tipo de cambio, con una volatilidad elevada" y la posibilidad de que se produzcan movimientos en ambas direcciones, al alza y a la baja, según revelan las actas.
El Consejo de Gobierno consideró importante "evitar la complacencia y la percepción entre los inversores de que la dirección de los movimientos del tipo de cambio era una apuesta en una dirección".
El mercado seguía apostando en septiembre que se iba a producir una apreciación mayor del euro, con considerables posiciones especulativas en dólares contra las divisas de las economías avanzadas, incluido el euro, dicen las actas.
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