Lisboa, 5 feb (EFE).- El Gobierno de Portugal revisó hoy las metas macroeconómicas para 2016 inscritas en el proyecto de Presupuestos y pronosticó que el país crecerá el 1,8 % , y no el 2,2 % como había calculado, con un déficit del 2,2 % del PIB, menor al 2,6 % inicial.
El ministro de Finanzas, Mário Centeno, anunció hoy los nuevos datos en conferencia de prensa una vez conocida la luz verde, con condicionantes, que ha dado la Comisión Europea (CE) al polémico proyecto presupuestario de 2016, que revierte parte de la austeridad.
"Es un Presupuesto diferente, que demuestra que hay alternativa, una alternativa dialogante y responsable", dijo Centeno, quien recordó que el texto respeta los compromisos con Bruselas y los que el Gobierno adoptó con sus socios de la izquierda radical.
Debido a las negociaciones con la CE, el ministro desveló que Portugal hará un mayor esfuerzo de ahorro, de tres décimas del PIB.
Este proyecto presupuestario, que deberá ser debatido y votado el 22 y 23 de febrero en el Parlamento, "reduce el déficit y la deuda a medida que favores el crecimiento, el empleo y una mejor protección social", arguyó Centeno.
La tasa de desempleo bajará un punto porcentual, hasta el 11,3 %, y la deuda pública se situará en el 127,7 %, detalló Centeno.
Como medidas de recaudación, el ministro comentó que se aumentarán algunos impuestos indirectos, hasta el 6,6 %, como el destinado al tabaco.
Señaló, no obstante, que el Estado aliviará sus cuentas gracias a que las necesidades de financiación del país y la amortización de préstamos internacionales caerán.
El primer ministro socialista, António Costa, gobierna desde noviembre de 2015 gracias a un inédito pacto con la izquierda radical del Bloque de Izquierda y con el Partido Comunista Portugués (PCP), con los que se comprometió a rebajar la austeridad.
Con el respaldo de ambas fuerzas, el Ejecutivo ha promovido ya la devolución de los recortes salariales a los funcionarios públicos, el aumento del 5 % del salario mínimo, la subida de las pensiones más bajas y la eliminación de un impuesto extraordinario en el 90 % de las nóminas.