(actualiza con declaraciones de fuentes del Gobierno)
Atenas, 17 dic (EFE).- El Gobierno griego ha tenido que aplazar a enero por presiones de los acreedores la votación de un conjunto de medidas que contemplan paliar el impacto de las políticas de austeridad y que se bautizó como el "programa paralelo".
Según los medios locales la llamada cuadriga (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad) vinculó el desembolso del subtramo de los 1.000 millones de euros, que se prevé para las próximas 24 horas, a la retirada del borrador del ley, que estaba previsto se votase el próximo lunes.
La reacción de los acreedores no se debía tanto al coste de estas medidas, sino a que no se habían consultado previamente.
Tras el revuelo que esta decisión ha generado, fuentes del Gobierno señalaron que el proyecto de ley "no se ha retirado", sino que se tramitará por el procedimiento ordinario a comienzos de 2016, en lugar de por el de urgencia, y admitieron que su aplazamiento se debe a la voluntad de no torpedear las negociaciones con los acreedores.
"Las instituciones tan solo pidieron un poco de tiempo para informarse sobre el borrador", dijeron las fuentes.
Justificaron la decisión de posponer la aprobación de la ley ante la "actitud irresponsable" de la oposición que abandonó el debate -ya que el proyecto ya se había empezado a tramitar en comisiones- y aseguró que el programa provocaría un "agujero financiero y haría descarrilar los presupuestos" generales.
La conservadora Nueva Democracia, el centrista Potami y el socialdemócrata Pasok dejaron la sesión después de denunciar la ausencia de informes de la oficina de contabilidad del Estado sobre el coste preciso de cada una de las medidas.
Ante este hecho, el Ejecutivo prefirió, según las citadas fuentes, aplazar el proceso para que no se crearan "impresiones infundadas que podrían provocar problemas en la negociación y en el trabajo del Gobierno en su esfuerzo de hacer frente a la crisis humanitaria".
Con este "programa paralelo" el Gabinete del primer ministro Alexis Tsipras quería lanzar un mensaje tranquilizador hacia sus propias filas, que a comienzos del año deberán afrontar votaciones mucho más controvertidas que las que condujeron al reciente desembolso de 2.000 millones de euros y a 1.000 millones pendientes.
Se trata de la reforma de pensiones y la reforma laboral, dos asuntos que han levantado muchas ampollas.
El borrador de ley prevé prolongar en un año las ayudas alimentarias para pobres y el almuerzo gratuito en escuelas de barrios desfavorecidos, ofrece seguro médico a los desempleados de larga duración y permite a la administración local elaborar programas sociales.
La sesión del miércoles en la comisión parlamentaria competente había comenzado ya con una fuerte disputa entre los partidos del Gobierno y de la oposición, que terminó con el abandono de la Cámara por parte de tres de las principales formaciones.
El tercer programa de rescate de Grecia prevé que toda ley que tenga implicaciones económicas debe ser consultada con los acreedores antes de su tramitación parlamentaria.