Roma, 27 sep (.).- El Gobierno italiano revisó hoy a la baja la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año y lo situó en el 0,8 %, frente al 1,2 % calculado en abril pasado, y señaló que el déficit será del 2,4 % del PIB en 2016.
Así lo confirmó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que compareció ante los medios poco antes de esta medianoche después de que el Consejo de Ministros actualizara el Documento de Economía y Finanzas (Def), que traza la estrategia económica del Ejecutivo y que fue aprobado en abril.
En esta actualización, el Gobierno, además, calcula un crecimiento del PIB para 2017 del 1 %.
Con respecto al déficit, el Gobierno socialdemócrata de Renzi prevé que sea del 2,4 % del PIB en 2016 y del 2 % del PIB en 2017, mientras que el endeudamiento público pasará del 132,2 % en 2015 al 132,8 % en 2016, y volverá a descender al 132,2 % en 2017.
Además de estas cifras, el Ejecutivo de Renzi prevé negociar con Bruselas un margen de maniobra de un 0,4 % adicional en su déficit para hacer frente a los costes de la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto del 24 de agosto y también para afrontar el drama migratorio.
No se trata de una petición de flexibilidad, declaró Renzi en rueda de prensa, sino una solicitud que responde a una situación excepcional.
"Respetamos las reglas, incluso cuando no las compartimos", dijo, al tiempo que subrayó que la Unión Europea (UE) contempla que un Estado pueda pedir un margen de maniobra determinado en circunstancias excepcionales.
"Nosotros tenemos dos (circunstancias excepcionales), la primera es el terremoto y la segunda cuestión es la inmigración", sostuvo.
El primer ministro italiano cargó contra la Unión para decir que los países miembros no están poniendo en marcha acciones concretas para frenar el intenso flujo migratorio hacia Europa, y consideró que, mientras Italia se encuentre sola en la acogida de inmigrantes, la UE estará en deuda con el país.
"Nosotros hemos puesto en marcha centros de identificación de inmigrantes (...) pero no hemos visto que se hayan producido recolocaciones en la UE, salvo excepciones. Europa está en deuda con Italia en el tema de la inmigración", insistió.
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan, lamentó que el crecimiento económico de Italia sea menor al que querría el Gobierno, pero opinó que se debe a una situación de crisis global.
Para Padoan, es "sobre todo la inflación extremadamente baja la que penaliza la relación ".
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recordó recientemente que Italia obtuvo en mayo pasado una concesión de la CE "de máxima flexibilidad" sobre el déficit de 2016 que le ha permitido gastar 19.000 millones de euros más este año.