Jairo Mejía
Washington, 19 dic (EFE).- La confirmación en el Senado de Janet Yellen, elegida por la Casa Blanca para presidir la Reserva Federal de EE.UU. desde finales de enero, se podría retrasar hasta el sábado por la petición para que el banco central sea más transparente en sus decisiones.
El Senado, que este miércoles aprobó un importante compromiso presupuestario, podría seguir trabajando hasta el sábado por los desacuerdos sobre la confirmación de cuatro nombramientos, incluido el de Yellen.
En un principio, esa votación estaba prevista para hoy o mañana viernes, pero la mayoría demócrata en la Cámara alta y los republicanos no lograron un acuerdo para agilizar el proceso antes del receso navideño.
El senador republicano por Kentucky Rand Paul, uno de los más críticos con el papel de la Reserva Federal (Fed), prosiguió hoy en conversaciones con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, para evitar un largo debate en el pleno que retrase aún más la importante confirmación de Yellen.
Paul ha amenazado con debatir las 30 horas máximas que le permite el reglamento del Senado para retrasar la confirmación de Yellen, a no ser que se le prometa que se votará una de sus iniciativas para auditar y conocer mejor el proceso de toma de decisiones de la Fed.
El senador, conocido por sus ideas de conservadurismo ácrata, con menor papel del Estado, pide que, además de las auditorías internas y las comparecencias en el Congreso del presidente de la Fed al menos dos veces al año, el banco central explique al legislativo las razones de cada una de sus decisiones sobre política monetaria.
Este paso sin precedentes es visto por los expertos como algo peligroso, ya que la independencia de la Fed quedaría más expuesta a presiones políticas y dispararía la volatilidad en los mercados.
Reid, que ha negociado con Paul una expedita confirmación de Yellen, dijo hoy en rueda de prensa que espera que el senador rebaje su presión.
"Aunque tiene sus propias ideas políticas, sé que desea que las cosas avancen", dijo.
Paul no fue tan conciliador como Reid y aseguró que no se someterá al "puño de hierro" del líder del Senado, que dijo ha provocado una profunda división tras la histórica decisión de limitar las técnicas de "filibusterismo" o bloqueo, cuyo uso se ha disparado durante el mandato de Barack Obama.
Esas medidas sin precedentes, aprobadas solo con votos demócratas, limitan las técnicas para presionar y retrasar nombramientos y evitan que se puedan formar minorías de bloqueo que obliguen a mayores consensos bipartidistas.
El malestar con las nuevas normas ha conseguido que la confirmación de Yellen, que cuenta previsiblemente con apoyos suficientes en ambos partidos, se complique más de lo previsto.
Yellen es vista como un símbolo de continuidad en la Fed, donde actualmente es vicepresidenta y ha trabajado en el diseño de la excepcional política de estímulo monetario desde la crisis de finales de 2008.
La prestigiosa economista de 67 años está llamada a convertirse en la primera mujer al timón de la política monetaria de Estados Unidos tras la salida de Ben Bernanke, que abandonará la institución el 31 de enero.
Los senadores que se oponen a la nominación de Yellen argumentan que las políticas expansivas de la Fed contribuyen a una pérdida de poder adquisitivo por el debilitamiento del dólar y a un recalentamiento de la economía.
No obstante, Bernanke anunció este miércoles el comienzo de una moderada rebaja del programa de compra de bonos para bajar aún más el precio del dinero, unas medidas que han permitido la recuperación de los mercados y del sector financiero.
Yellen se enfrentará a la difícil tarea de determinar el ritmo idóneo de salida progresiva del estímulo, una nueva etapa para la Fed, que pese a las críticas ha sido esencial para evitar una crisis aún más profunda en la primera economía mundial. EFE
jmr/hma/lnm
Washington, 19 dic (EFE).- La confirmación en el Senado de Janet Yellen, elegida por la Casa Blanca para presidir la Reserva Federal de EE.UU. desde finales de enero, se podría retrasar hasta el sábado por la petición para que el banco central sea más transparente en sus decisiones.
El Senado, que este miércoles aprobó un importante compromiso presupuestario, podría seguir trabajando hasta el sábado por los desacuerdos sobre la confirmación de cuatro nombramientos, incluido el de Yellen.
En un principio, esa votación estaba prevista para hoy o mañana viernes, pero la mayoría demócrata en la Cámara alta y los republicanos no lograron un acuerdo para agilizar el proceso antes del receso navideño.
El senador republicano por Kentucky Rand Paul, uno de los más críticos con el papel de la Reserva Federal (Fed), prosiguió hoy en conversaciones con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, para evitar un largo debate en el pleno que retrase aún más la importante confirmación de Yellen.
Paul ha amenazado con debatir las 30 horas máximas que le permite el reglamento del Senado para retrasar la confirmación de Yellen, a no ser que se le prometa que se votará una de sus iniciativas para auditar y conocer mejor el proceso de toma de decisiones de la Fed.
El senador, conocido por sus ideas de conservadurismo ácrata, con menor papel del Estado, pide que, además de las auditorías internas y las comparecencias en el Congreso del presidente de la Fed al menos dos veces al año, el banco central explique al legislativo las razones de cada una de sus decisiones sobre política monetaria.
Este paso sin precedentes es visto por los expertos como algo peligroso, ya que la independencia de la Fed quedaría más expuesta a presiones políticas y dispararía la volatilidad en los mercados.
Reid, que ha negociado con Paul una expedita confirmación de Yellen, dijo hoy en rueda de prensa que espera que el senador rebaje su presión.
"Aunque tiene sus propias ideas políticas, sé que desea que las cosas avancen", dijo.
Paul no fue tan conciliador como Reid y aseguró que no se someterá al "puño de hierro" del líder del Senado, que dijo ha provocado una profunda división tras la histórica decisión de limitar las técnicas de "filibusterismo" o bloqueo, cuyo uso se ha disparado durante el mandato de Barack Obama.
Esas medidas sin precedentes, aprobadas solo con votos demócratas, limitan las técnicas para presionar y retrasar nombramientos y evitan que se puedan formar minorías de bloqueo que obliguen a mayores consensos bipartidistas.
El malestar con las nuevas normas ha conseguido que la confirmación de Yellen, que cuenta previsiblemente con apoyos suficientes en ambos partidos, se complique más de lo previsto.
Yellen es vista como un símbolo de continuidad en la Fed, donde actualmente es vicepresidenta y ha trabajado en el diseño de la excepcional política de estímulo monetario desde la crisis de finales de 2008.
La prestigiosa economista de 67 años está llamada a convertirse en la primera mujer al timón de la política monetaria de Estados Unidos tras la salida de Ben Bernanke, que abandonará la institución el 31 de enero.
Los senadores que se oponen a la nominación de Yellen argumentan que las políticas expansivas de la Fed contribuyen a una pérdida de poder adquisitivo por el debilitamiento del dólar y a un recalentamiento de la economía.
No obstante, Bernanke anunció este miércoles el comienzo de una moderada rebaja del programa de compra de bonos para bajar aún más el precio del dinero, unas medidas que han permitido la recuperación de los mercados y del sector financiero.
Yellen se enfrentará a la difícil tarea de determinar el ritmo idóneo de salida progresiva del estímulo, una nueva etapa para la Fed, que pese a las críticas ha sido esencial para evitar una crisis aún más profunda en la primera economía mundial. EFE
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