Bruselas, 26 sep (.).- La Fundación FAES considera que el uso sin límites de la política monetaria expansiva por parte de la Unión Europea (UE) ha servido de "excusa" para aplazar las reformas estructurales necesarias en las economías comunitarias, según un informe publicado hoy en Bruselas por esa entidad.
"La política monetaria de expansión cuantitativa sin límites ha sido una excusa para retrasar algunas decisiones inevitables y para aplazar una vez más las reformas estructurales necesarias para atacar el estancamiento secular en Europa", reza el estudio elaborado por el economista Fernando Fernández Méndez de Andes.
El objetivo del estudio "Especial Papeles FAES" consiste en analizar los costes de las políticas monetarias y reguladoras de la UE y el protagonismo creciente desempeñado por el Banco Central Europeo (BCE) desde mediados de 2014, así como "las incompatibilidades demostradas entre ellas y avanzar las alternativas disponibles".
A juicio de Fernández Méndez de Andes, profesor de la escuela de negocio del Instituto de Empresa, las políticas monetarias "extraordinariamente expansivas" adoptadas por el BCE desde mediados de 2014 "pueden haber sido razonables en momentos puntuales de riesgo máximo de recesión o deflación, pero que no pueden perpetuarse".
En opinión del economista, Europa se ha quedado sin margen de actuación para un posible nuevo deterioro del escenario macroeconómico y el BCE "ha ido demasiado lejos, demasiado pronto".
El informe, que aborda también las políticas de regulación y supervisión financiera, indica que estas han exigido más y mejor capital, aumentado su capacidad preventiva, asegurado la adecuada gestión del riesgo, mejorado la calidad y control de la gobernanza y aumentado la discrecionalidad de los reguladores.
"Discrecionalidad necesaria, pero que no ha venido acompañada de la necesaria transparencia y accountability (rendición de cuentas)", lamenta Fernández.
El experto reconoce que revertir las políticas existentes "no será una tarea sencilla", pero apuesta por avanzar en la mutualización de la deuda bancaria y soberana a cambio de mayor disciplina fiscal, normalizar la Unión Monetaria y "acabar con su excepcionalismo".
De esta manera, aboga por devolver "el protagonismo político a quien le corresponde", en referencia al Consejo de la UE y a la Comisión Europea.
Esto "permitiría al BCE volver a su discreta y limitada pero crucial función de calibrar la política monetaria y la regulación y supervisión financiera para garantizar la estabilidad económica y financiera", concluye el estudio.
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