Washington, 12 feb (EFE).- El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Nueva York, William Dudley, defendió hoy la "buena forma" de la economía estadounidense pese a la volatilidad financiera internacional, por lo que consideró que hablar de tipos de interés negativos es "prematuro".
"Creo que la economía de EE.UU. está en bastante buena forma", afirmó Dudley, al subrayar que la "conversación" sobre tipos de interés negativos "es extraordinariamente prematura".
"Hay muchas cosas que haríamos mucho antes de que realmente considerásemos pasar a tipos de interés negativos", agregó Dudley en una rueda de prensa en Nueva York.
Dudley es uno de los miembros de la Fed que cuenta con voto fijo en el Comité Federal de Mercado Abierto, el órgano que dirige la política monetaria en EE.UU.
De este modo, salía al paso de las declaraciones hechas ayer por la presidenta del banco central, Janet Yellen, quien indicó que "no dejaría fuera de la mesa" los tipos de interés negativos como una de las posibles herramientas monetarias a adoptar si la economía sufre un agudo frenazo.
En los últimos meses, países como Suecia, Dinamarca, Japón o el Banco Central Europeo (BCE) han decido aplicar tipos de interés negativos con el objetivo de incentivar la economía en un momento de debilidad, por lo que ha resurgido el debate acerca de su efectividad.
Mediante esta modalidad, los bancos centrales comienzan a cobrar intereses a los bancos privados por depositar fondos en sus arcas, al contrario de la situación normal, por la que las entidades reciben dinero por dejar allí parte de sus reservas.
Dudley recalcó que, pese a la subida de tipos de diciembre de un cuarto de punto, la primera en EE.UU. desde 2006 y que dejó las tasas entre el 0,25 % y el 0,50 %, la política monetaria sigue siendo "bastante expansiva".
Sobre los últimos episodios de volatilidad y tensiones en los mercados financieros, el presidente de la Fed de Nueva York apuntó a causas fuera del país.
"Veo que lo que estamos observando no está realmente reflejando acontecimientos tanto en EE.UU. como en el exterior", agregó, en referencia a las dudas sobre la ralentización de la economía de China y la resistencia de los mercados emergentes.
La próxima reunión de política monetaria del banco central estadounidense está prevista para el 15 y 16 de marzo.