Río de Janeiro, 12 sep (.).- La inflación interanual en Brasil en agosto se elevó hasta el 4,61 %, su mayor nivel en cinco meses, después de crecer un 0,23 % por segundo mes consecutivo presionada principalmente por el aumento de las tarifas de energía eléctrica, informó este martes el Gobierno.
Tras haber registrado una deflación del 0,08 % en junio, la tasa de inflación en la mayor economía latinoamericana se elevó al 0,12 % en julio y al 0,23 % en agosto, que dejó evidente una tendencia a la subida de los precios, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
El índice de precios en Brasil en agosto, además, contrastó significativamente con el registrado en el mismo mes de 2022, cuando el país tuvo una deflación récord del 0,36 %.
Con el repunto del índice en los dos últimos meses, la inflación interanual, que en junio llegó a caer al 3,16 %, su menor nivel en casi tres años (desde el 3,14 % en septiembre de 2020), subió hasta el 3,99 % en julio y hasta el 4,61 % en agosto.
Pese a tratarse del mayor índice interanual en cinco meses, la inflación acumulada en doce meses hasta agosto fue muy inferior a la acumulada hasta el mismo mes de 2022 (8,73 %).
De la misma forma, la inflación acumulada en los primeros ocho meses de 2023 se ubicó en el 3,23 %, más de un punto porcentual inferior a la acumulada entre enero y agosto del año pasado (4,39 %).
De acuerdo con el IBGE, la inflación en agosto subió presionada por el aumento del 4,59 % en las tarifas de energía eléctrica, lo que hizo con que los precios del sector habitación subieran un 1,11 % en el mes y que fueran responsables por 0,18 puntos porcentuales de la tasa de precios, el 78 % del total.
La subida de la energía impidió que Brasil registrara una inflación negativa ya que los precios de los alimentos, los que más pesan en la tasa, registraron una caída del 0,85 % en agosto.
El repunte de los precios amenaza la posibilidad de que Brasil cumpla la meta de inflación que el Banco Central se impuso para este año, que es del 3,25 %, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos, que permitiría un máximo del 4,75 %.
Igualmente amenaza el proceso de disminución de las tasas de interés iniciado por el Banco Central en julio, cuando, por primera vez en casi tres años, redujo los tipos básicos en 0,50 puntos porcentuales, hasta el 13,25 % anual.
El organismo emisor, que finalmente atendió las fuertes presiones del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para que comenzara a reducir el costo del dinero, puede revisar esa decisión este mes, cuando se reunirá nuevamente para decidir si mantiene o altera los tipos.