Bruselas, 4 dic (.).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, mantuvo este miércoles que la inflación en la eurozona bajará hacia el objetivo del 2 % por el que se rige la institución durante 2025, pese a que la tasa repuntará "temporalmente" en el cuarto trimestre de este año.
En una audiencia con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Lagarde reiteró el mensaje que ya había enviado en septiembre, y explicó que el aumento de la inflación en los últimos meses de 2024 se deberá a que las importantes caídas en los precios energéticos registradas anteriormente saldrán de la tasa anual, lo que se conoce como "efecto de base".
La presidenta del BCE recordó que, de hecho, la inflación aumentó tres décimas en noviembre respecto a octubre, hasta el 2,3 %, debido sobre todo a la "moderación de la caída de los precios energéticos y el aumento de la inflación de los alimentos".
La inflación subyacente se mantuvo, por su parte, en el 2,7 % y se espera que siga "en torno a los niveles actuales hasta principios de 2025", añadió en una comparecencia que se celebra una semana antes de que el BCE tenga una reunión en la que podría volver a bajar los tipos de interés.
"Revisaremos nuestra posición de nuevo la próxima semana siguiendo nuestro enfoque dependiente de los datos y reunión a reunión. Por lo tanto, no nos comprometemos de antemano con una senda de tipos particular", se limitó a señalar Lagarde a este respecto.
En su reunión de octubre, la institución recortó en 25 puntos básicos la tasa, hasta el 3,25 %, tras haberlos reducido ya en junio y septiembre, puesto que los datos disponibles entonces "confirmaron que el proceso de desinflación estaba en buen camino", recordó.
En cuanto a las perspectivas económicas para la eurozona, Lagarde señaló que los datos "sugieren que el crecimiento será más débil en el corto plazo", debido a la ralentización del crecimiento en el sector servicios y la "continuada" contracción del sector manufacturero.
"Más adelante, la recuperación económica de la zona del euro debería empezar a ganar algo de impulso", añadió la presidenta del BCE, tras recordar que en la primera mitad de 2024 el crecimiento fue "moderado" y que el incremento del PIB del 0,4 % en el tercer trimestre se debió en parte a factores temporales.
Lagarde puntualizó, no obstante, que la perspectiva económica a medio plazo es "incierta" y está "dominada por los riesgos a la baja", ya que los riesgos geopolíticos son "elevados" y existen "crecientes amenazas al comercio internacional".
"Sus altos grados de apertura comercial e integración en las cadenas globales de suministro hacen a la eurozona vulnerable a crisis externas, con las potenciales barreras comerciales planteando retos para manufacturas e inversión", advirtió.
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