Adrià Calatayud
Pekín, 15 feb (EFE).- Las exportaciones de China volvieron en enero al terreno negativo, con una caída interanual de un 6,6 %, pese a la debilidad del yuan, que hundió las importaciones un 14,4 % para un descenso conjunto del comercio exterior de un 9,8 %.
Los datos publicados hoy por la Administración Nacional de Aduanas china muestran que los intercambios internacionales de la potencia asiática ascendieron a 1,88 billones de yuanes (unos 288.000 millones de dólares, 256.000 millones de euros) en el primer mes del año.
En enero, China disparó su superávit comercial hasta 406.200 millones de yuanes (unos 62.400 millones de dólares, 55.200 millones de euros), frente a los 382.000 millones de yuanes (58.200 millones de dólares, 51.900 millones de euros) de diciembre.
A pesar de que las distorsiones estadísticas provocadas por el Año Nuevo chino suelen invitar a mirar los datos económicos del primer trimestre con cautela, el regreso a la senda negativa de las transacciones con el exterior añade un nuevo motivo de preocupación para las autoridades del país.
El Festival de la Primavera (como se conoce en China a las vacaciones del Año Nuevo lunar), que sigue el calendario lunar y cada año cae en días distintos, se celebró en 2016 en una fecha más temprana que en 2015, lo que en principio tendría que haber ayudado a un aumento del comercio exterior.
No obstante, los intercambios de China con el extranjero bajaron, y especialmente con sus tres primeros socios comerciales, la Unión Europea, Estados Unidos y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que registraron cada uno caídas de cerca de un 10 %.
Las exportaciones, que habían repuntado un 2,3 % interanual en diciembre, volvieron a caer en diciembre un 6,6 % denominadas en yuanes -un 11,2 % si se contabilizan en dólares- y generaron 1,14 billones de yuanes (175.000 millones de dólares, 155.000 millones de euros).
Además, China importó en enero por valor de 737.500 millones de yuanes (113.300 millones de dólares, 100.500 millones de euros), un descenso de un 14,4 % comparado con en enero de 2014 -18,8 % si se contabiliza en dólares-, mucho más acentuado que el del 4 % registrado el mes anterior.
"Los pobres datos del comercio indican que las exportaciones seguirán siendo un lastre para el crecimiento en el corto plazo, mientras que es probable que la demanda doméstica siga suavizándose", señaló la economista para China del banco BNP Paribas (PA:BNPP) Jacqueline Rong, en un comentario.
En otra nota, los analistas del HSBC Jing Li y John Zhu atribuyeron este descenso a la debilidad de la demanda externa de los bienes chinos, que compensó el esperable aumento de las exportaciones por el Año Nuevo chino.
"Aunque el tipo de cambio del yuan ha sido más débil a lo largo del último mes, no ha impulsado un crecimiento de las exportaciones. La débil demanda global y no los movimientos en el tipo de cambio siguen siendo la principal razón para las decepcionantes exportaciones", explicaron los analistas del HSBC.
En estas condiciones, añadieron los expertos del banco británico, tiene "poco sentido" para las autoridades depreciar la moneda en busca de un estímulo para el crecimiento.
El economista de la firma de análisis Capital Economics Julian Evans-Pritchard, en cambio, destacó que los volúmenes de importaciones de China se mantienen estables y que es su precio lo que ha bajado para asegurar que "las cosas pueden no ser tan malas como parecen".
El comercio exterior de China cayó un 7 % en 2015, a pesar de que el Gobierno había previsto un alza de un 6 %, y su retroceso fue uno de los factores que llevó al crecimiento del producto interior bruto (PIB) del país a su tasa más baja desde 1990, un 6,9 %.