Pekín, 18 dic (EFE).- Las autoridades chinas empezaron hoy la reunión para planificar la política económica de 2016 en la que se definirán los objetivos macroeconómicos que se presentarán en el plenario de la Asamblea Nacional Popular del próximo mes de marzo.
Según informó la agencia oficial Xinhua, la Conferencia Central de Trabajo Económico se centrará este año en avanzar en las reformas estructurales, aunque no precisó cuáles serán las prioritarias, y en mantener el crecimiento económico "en un rango adecuado".
Este encuentro anual, a puerta cerrada y rodeado de secretismo, que se espera que dure entre dos y tres días, tendrá que buscar vías para suavizar los efectos de la ralentización de la segunda economía mundial, que está llevando al gigante asiático a crecer a su ritmo más bajo del último cuarto de siglo.
El año pasado el producto interior bruto (PIB) de China aumentó un 7,3 % interanual, su cifra más baja desde 1990, y entre enero y septiembre de 2015 subió un 6,9 % respecto al mismo periodo del año anterior.
En el tercer trimestre, el crecimiento también fue de un 6,9 %, el ritmo más lento en un trimestre desde 2009.
Así, la economía china se ha situado en unas tasas de crecimiento en torno a la meta de alrededor de un 7 % planteada por el cónclave económico del año pasado, posteriormente asumida por el Gobierno.
En el campo de las reformas, las últimas declaraciones de las autoridades chinas apuntan a que se dará prioridad a la de las empresas públicas y a que se continuará de los cambios que se han visto en 2015 en el sector financiero.
En los últimos meses, China ha implantado un sistema de garantía de depósitos, ha reformado el mecanismo para fijar el tipo de cambio del yuan y ha liberalizado los tipos de interés de los depósitos.
En todo caso, el banco central se ha comprometido a seguir con las reformas para la eventual liberalización de los flujos de capitales que ha anunciado para antes de 2020.