Juan Palop
Berlín, 9 oct (EFE).- Los principales institutos económicos de Alemania recortaron hoy drásticamente las previsiones de crecimiento del país para este año y el próximo, y criticaron al Gobierno tanto por sus medidas sociales, como por el mantenimiento a rajatabla del déficit cero.
Los centros de estudios presentaron en Berlín su tradicional "Diagnóstico Conjunto de Otoño" en el que rebajaron las expectativas de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea al 1,3 % este año y al 1,2 % el que viene, frente al 1,9 % y 2,0 %, respectivamente, que estimaron en su informe de primavera.
"Nuestra imagen (de los fundamentos de la economía alemana) no ha cambiado de forma radical", explicó en rueda de prensa Oliver Holtenmöller, especialista del Instituto para la Investigación Económica de Halle (IWH), que basó la revisión a la baja en "un conjunto de elementos negativos".
Entre estas cuestiones que lastran a la locomotora europa destaca, a juicio de estos expertos, la debilidad de la economía global -y en especial el comportamiento de la zona euro-, las incertidumbres geopolíticas -Ucrania, Irak, Oriente Medio- y la endeble demanda interna.
Además, subraya el informe, el Gobierno alemán -una gran coalición de conservadores y socialdemócratas- no está ayudando con su política económica ni a animar el PIB a corto plazo, ni a elevar el potencial de crecimiento a largo.
Por un lado, los expertos alertan de que las medidas de carácter social impuestas por el Partido Socialdemócrata (SPD) para entrar en el Ejecutivo -el salario mínimo, la jubilación anticipada o la mejora de las ayudas a las madres- están costando puestos de trabajo y desestabilizando a largo plazo la sostenibilidad del sistema.
Por otro, dudan de la eficacia económica del empeño de la canciller, Angela Merkel, y su hombre de confianza, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en alcanzar lo antes posible el déficit cero en las cuentas del Gobierno federal.
Ferdinand Fichtner, experto del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW), consideró que el afán consolidador del Ejecutivo -una de las apuestas clave de Merkel en Bruselas para que la zona euro salga de su crisis- "no es apropiado en este momento".
Él, como Holtenmöller y el economista del Instituto para la Investigación Económica de Renania-Westfalia (RIW) Roland Döhrn, tres de los cinco que presentaron el informe, defendieron seguir avanzando hacia el equilibrio presupuestario, pero moderando el ritmo.
Holtenmöller aseguró que no cree necesario un gran programa de impulso coyuntural para Alemania, sino que el Gobierno lleve a cabo una "priorización racional" de las necesidades del país y que eleve la inversión en infraestructuras e investigación y desarrollo.
Según Fichtner, en el contexto actual de tipos de interés en mínimos, un pequeño déficit seguiría permitiendo una reducción sustancial de la deuda pública.
Döhrn, por su parte, destacó que en la mayor economía europea coinciden actualmente una infrautilización de capacidades productivas con un superávit público, dos elementos que lastran el potencial de crecimiento.
Además, los expertos apuntaron que el Gobierno puede hacer más en política fiscal, e indicaron que entre las medidas que se podrían implementar para favorecer la competitividad y el crecimiento se encuentran una bajada de impuestos para las empresas y acicates a la inversión.
En política monetaria, estos economistas señalaron que las últimas medidas anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE) aportarán "escasos nuevos impulsos", en palabras de Fichtner.
El cuadro macroeconómico planteado por los institutos estima que en el tercer trimestre de este año Alemania va a rozar la recesión, al registrar un crecimiento del 0,0 % tras la contracción del 0,2 % del segundo trimestre. Para los últimos tres meses del ejercicio prevén un repunte del 0,1 %.
La tasa de desempleo tocará mínimos históricos este año (6,7%) y se elevará hasta el 6,8 % el próximo, al aumentar en 55.000 el número de personas sin ocupación.
El índice de precios al consumo (IPC) aumentará un 1,0 % este ejercicio y 1,4 % el siguiente, según los expertos, que no perciben un riesgo generalizado de deflación en la zona euro pese a las tendencias bajistas en algunas economías, y que consideran que las expectativas de inflación a largo plazo en el bloque permanecen por debajo, pero cerca, del 2 %.
La diferencia entre exportaciones e importaciones aumentará un 0,5 % este año, pero se contraerá un 0,6 % el próximo, por el derrumbe de la demanda externa.
Según los institutos, las cuentas del Estado alemán obtendrán un superávit del 0,3 y del 0,1 %, respectivamente.