Barcelona, 7 abr (.).- Los sindicatos de Nissan (T:7201) de Barcelona han exigido que las bases del concurso para adjudicar la gestión de los terrenos de Zona Franca se discutan en la mesa de reindustrialización para garantizar el respeto a los compromisos alcanzados con los comités, y han alertado de la falta de avances.
Tres semanas después de la última reunión de la mesa, integrada por administraciones públicas, sindicatos y la multinacional Nissan, los comités han lamentado este jueves que no se hayan producido progresos sobre un punto clave como es la gestión de los terrenos de Zona Franca.
"Poner en marcha todo el proceso no es sencillo, pero lo que no puede ser es que a día de hoy aún no hayamos trabajado esos puntos. El proceso tiene que agilizarse y la mesa tiene que participar", han señalado los sindicatos en un mensaje enviado a los trabajadores.
En la última reunión de la mesa, del 14 de marzo, se acordó que el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) abriría un concurso para elegir al operador logístico del terreno donde se encuentra la principal planta de Nissan, de unos 500.000 metros cuadrados, donde se instalará el proyecto del D-Hub y Silence, entre otros.
En declaraciones a EFE, el representante de Sigen-Usoc, Miguel Ruiz, ha asegurado que "no conocemos las condiciones del concurso y queremos acordarlas para garantizar que se respetan los acuerdos a nivel de empleo y garantías laborales. El silencio no nos vale".
"No estamos dispuestos a aceptar que se tomen decisiones fuera de la mesa. Si no nos responden, no nos quedaremos con los brazos cruzados", ha advertido.
De momento, los sindicatos han exigido una reunión urgente de la mesa de reindustrialización para "acordar y cerrar las condiciones del concurso antes de su publicación".
El operador que gane el concurso gestionará, en principio, tanto las áreas designadas para el D-Hub y Silence como las de otras iniciativas logísticas e industriales complementarias aún por definir.
El D-Hub propone crear un parque industrial en la Zona Franca para ensamblar vehículos eléctricos de última milla y una pick up de la marca Ebro, una iniciativa que ocupará la mayor parte de la factoría y que daría trabajo a un millar de personas.
En estos momentos, los 1.400 trabajadores de Nissan que fueron despedidos tras la marcha de la multinacional nipona el 31 de diciembre pasado están en casa cobrando el paro y esperan emprender la nueva actividad antes de que se les acabe el subsidio.