Lisboa, 18 dic (EFE).- La propuesta de los socialistas portugueses de mantener un impuesto sobre las pensiones se aprobó hoy en el Parlamento gracias al apoyo de los conservadores lusos, pero contó con el voto en contra del resto de la izquierda.
Por primera vez en lo que va de legislatura, marxistas, comunistas y ecologistas no respaldaron una medida presentada por el partido en el Gobierno, con el que firmaron un acuerdo para permitir su llegada al poder a cambio de dejar atrás las políticas de austeridad.
Las conversaciones entre todos ellos para conseguir consensuar una posición conjunta concluyeron sin éxito y la medida sólo salió adelante por los conservadores, debido a que los socialistas no cuentan con mayoría absoluta en la Cámara.
La iniciativa, que también fue apoyada por el único diputado del Partido de los Animales y la Naturaleza (PAN), mantendrá durante 2016 la Contribución Extraordinaria de Solidaridad (CES) que pagan las pensiones más altas, aunque la reduce a la mitad.
Concretamente, las pensiones entre 4.600 y 7.100 euros mensuales abonarán una tasa por este concepto del 7,5 %, porcentaje que aumenta hasta el 20 % para las que superan estos valores.
La CES fue introducida en el año 2011 por los socialistas y sufrió cambios significativos desde entonces.
Inicialmente sólo afectaba a las pensiones superiores a 5.000 euros, aunque en 2013 también se incluyó a quienes recibieran en ese concepto más de 1.350 euros mensuales.
La base de los pensionistas se amplió todavía más en 2014, cuando empezó a ser cobrada a partir de mil euros mensuales.