Brasilia, 2 jun (.).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, podría declarar el "estado de calamidad" en el país, que le permite al Gobierno aumentar el gasto social aún en un año electoral como 2022, si la inflación continúa disparada, dijo este jueves un ministro.
"Dependerá de la situación", pero aunque "ahora no hay necesidad" se puede "llegar a ese punto" y en ese caso "habrá que decretarlo", declaró el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, influyente miembro del gabinete del líder de la ultraderecha, al canal CNN Brasil.
El "estado de calamidad" estuvo en vigor entre marzo de 2020 y marzo de este año debido a la pandemia de la covid y le permitió al Gobierno ignorar los límites de los presupuestos y otorgar diversos subsidios financieros a los más pobres y también a las empresas.
La derogación de ese "estado de calamidad" le impide ahora al Gobierno crear nuevos programas asistenciales, pues por la ley brasileña eso sólo era posible hasta abril pasado, cuando faltaban seis meses para las elecciones presidenciales de octubre.
La base política de Bolsonaro, sin embargo, baraja la posibilidad de renovar ese estado de emergencia pero con la excusa de la presión que sufren los precios de los combustibles y los alimentos, que han llevado a la inflación hasta un 12 % anual en mayo pasado.
Nogueira no comentó la vertiente electoral que la oposición ya empieza a denunciar, pero subrayó que si los precios continúan su disparada el Gobierno deberá atender a los más pobres, que "están sufriendo mucho".
Este mismo jueves, Bolsonaro previó que la crisis inflacionaria se agravará en el país y "en todo el mundo", aunque en el caso de Brasil lo atribuyó a los gobiernos anteriores, en una clara clave electoral.
"La Unión Europea dijo que no va importar más petróleo de Rusia, Estados Unidos intentó hace poco importar petróleo de la Venezuela de (Nicolás) Maduro, los americanos dijeron que no van a aumentar su producción y Brasil no tiene cómo aumentar la suya", declaró a un grupo de seguidores en su residencia oficial.
Sostuvo, que en el caso de Brasil, el aumento de los precios se debe a la "herencia" dejada por "los gobiernos del PT (OTC:PTGCY)", en alusión al Partido de los Trabajadores, del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su mayor antagonista político, quien gobernó entre 2003 y 2010 y es claro favorito para las elecciones de octubre.
La elevada inflación es uno de los factores que han derrumbado el apoyo a Bolsonaro, que los sondeos ubican en torno a un 30 %, frente al cerca del 45 % que le atribuyen al candidato progresista.
En las últimas semanas, Bolsonaro ha insistido en que la presión inflacionaria responde a una "guerra a más de 10.000 kilómetros de distancia", en alusión a la invasión rusa a Ucrania, y al parón que la economía sufrió entre 2020 y 2021 debido al impacto de la crisis sanitaria desatada por la pandemia de covid-19.