Cynthia de Benito
Lisboa, 12 oct (.).- El Gobierno portugués, liderado por el socialista António Costa, entrega este lunes al Parlamento su propuesta de Presupuestos para 2021, un documento atravesado por la Covid-19 que propone nuevos subsidios y más flexibilidad tributaria para conseguir el apoyo de los partidos de izquierda.
El Ejecutivo quiere afrontar el incierto 2021 con varias medidas inéditas, entre las que destaca la creación de una prestación social de 502 euros mensuales para personas desempleadas y sin apoyos, así como cambios tributarios para dar más liquidez a los ciudadanos y evitar aumentos para empresas afectadas por el virus.
Es la idea al menos del borrador del Gobierno, que deberá superar dos trámites en el hemiciclo para ser oficial: ser aprobado primero "en la generalidad", en una votación marcada para el 28 de este mes, y posteriormente ser refrendado de forma definitiva en un plenario previsto para el 27 de noviembre.
Entre una y otra fecha las cuentas para 2021 pasarán por diversas comisiones y su contenido será estudiado en detalle, pudiendo sufrir cambios tras negociaciones con los partidos, aunque dada la intensidad de los contactos entre el Gobierno y sus socios de izquierda, con los que sumaría una mayoría incontestable, se espera que lo esencial se mantenga.
NUEVOS SUBSIDIOS
Lo más novedoso es la prestación de 501 euros a quienes no tienen trabajo ni apoyos, en un intento por evitar que caigan en la pobreza. La medida puede suponer un desembolso de 450 millones para el Estado y falta por definir cuáles serán las condiciones de acceso y durante cuánto tiempo se recibirá dicha cantidad.
Habrá también un nuevo subsidio "de riesgo Covid" para los profesionales de la sanidad pública (SNS) que trabajen con pacientes de coronavirus. La ayuda equivaldrá al 20 % de su salario base hasta un máximo de 219 euros y será dada mientras dure la pandemia.
AUMENTO DE PRESTACIONES
Acuciados por la necesidad de apoyo de la izquierda para unas cuentas cruciales, el Gobierno Costa ha cedido en medidas que en principio no contemplaba y propone ahora aumentar la cantidad mínima del subsidio de desempleo, que pasaría de los actuales 438 euros a 504.
Además, el Ejecutivo avanza con otras medidas tradicionales de anteriores años, como un nuevo incremento extraordinario de las pensiones -que se traducirá entre seis y diez euros más- y que podría llegar en agosto de 2021.
También contempla una subida de 23,75 euros del salario mínimo -que reciben cerca de un 25 % de trabajadores-, actualmente fijado en 635 euros mensuales.
LOS IMPUESTOS, MÁS FLEXIBLES
Los escalones de IRS (impuesto progresivo sobre la renta, similar al IRPF español) serán modificados para las cuentas de 2021, en un intento por aumentar la liquidez de los ciudadanos, aunque no se ha revelado aún cuánto se moverán las retenciones.
Mientras, a las empresas que habitualmente tienen beneficios, pero que en 2020 acumulen pérdidas derivadas de la pandemia no se les aplicará en 2021 un aumento de las tributaciones que habitualmente se aplican en estas circunstancias.
Y otra novedad provocada por la pandemia: la creación de una suerte de "crédito IVA". Los consumidores que gasten en un sector afectado por el coronavirus -restauración, turismo y actividades culturales- acumularán durante un trimestre una especie de crédito que podrán aplicar en compras dentro del mismo sector.
NEGOCIACIONES MARATONIANAS CON LA IZQUIERDA
Las cuentas de 2021 llegan al Parlamento tras unas negociaciones maratonianas con los habituales socios de izquierda del socialista António Costa, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués (PCP), que en el año del Covid han vendido la piel cara.
Aunque la tramitación oficial es en el hemiciclo, el Ejecutivo acostumbra presentar las cuentas con los apoyos cerrados, para aligerar el trámite en la Cámara, algo que este año se ha traducido en reuniones que han llegado a superar las 10 horas.
La clave son ocho escaños. Es la distancia que separa a Costa de la mayoría absoluta, y que quiere salvar o bien con el respaldo de comunistas o de bloquistas.
Y aunque ha habido concesiones en el borrador de los Presupuestos, parece que aún hay escollos, sobre todo en lo referido al teletrabajo, donde el Bloco quiere nueva legislación que regule el derecho a la desconexión y el descanso de trabajadores, y los socialistas se muestran a favor de acuerdos individuales entre empresa y trabajador.
En principio, será más sencillo para el Ejecutivo conseguir el respaldo de los comunistas, a los que han realizado varios guiños en los últimos meses, como dar flexibilidad y permiso para realizar su gran fiesta anual, el Avante!, en medio de la pandemia.