Río de Janeiro, 22 mar (.).- El Gobierno brasileño anunció hoy un nuevo recorte en los gastos públicos previstos para este año, ahora de 2.638 millones de reales (unos 648 millones de euros), que le obligó a reducir su proyección de crecimiento en 2018, desde el 3,0 % inicialmente previsto, hasta un 2,97 %.
El recorte anunciado este jueves se suma a otro hecho en febrero pasado y eleva hasta 18.800 millones de reales (unos 4.617 millones de euros) el total de lo que el Gobierno ha reducido de los gastos públicos que hará este año respecto al previsto en el presupuesto aprobado por el Congreso.
El secretario de Presupuesto del Ministerio de Planificación, George Soares, explicó en rueda de prensa que parte de esos recursos, por unos 11.600 millones de reales (unos 2.849 millones de euros), podrán ser incluidos nuevamente en el presupuesto en caso de que el Gobierno concluya este año la privatización de la eléctrica Eletrobras por el valor previsto.
Brasil aspira a obtener unos 12.200 millones de reales (unos 2.996,3 millones de euros) con la venta del control de la mayor empresa eléctrica del país.
Soares dijo, igualmente, que la manutención del recorte también depende de que el Gobierno no gaste más de 1.000 millones de reales (unos 245,5 millones de euros) en la intervención federal en la seguridad de Río de Janeiro, decretada en febrero pasado y que entregó al Ejército el control del orden público en el estado más emblemático de Brasil.
El Gobierno fue obligado a reducir nuevamente sus gastos debido a que el Congreso tiene paralizado un proyecto de ley propuesto por el Ejecutivo y que ponía fin a diferentes exenciones fiscales ofrecidas a las empresas que estaban en crisis y, por el contrario, está discutiendo uno que eleva el número de sectores beneficiados con la reducción tributaria desde seis hasta veinte.
El Gobierno calculaba que obtendría ingresos extras este año por 8.800 millones de reales (unos 2.160,7 millones de euros) con la eliminación de las exenciones.
Con el nuevo recorte, el Ministerio de Planificación calcula que el Gobierno podrá cumplir la meta que se impuso de terminar 2018 con un déficit primario en sus cuentas públicas de 159.000 millones de reales (unos 39.041,3 millones de euros).
El sector público brasileño registró en 2017 un déficit de 110.580 millones de reales (27.154,3 millones de euros), con lo que el país completó cuatro años con sus cuentas negativas.
El saldo rojo de 2017 quedó dentro de las metas del Gobierno y fue sensiblemente inferior al déficit registrado en 2016, que alcanzó la marca histórica de 155.790 millones de reales (unos 38.253 millones de euros al cambio actual).
Para cumplir su meta el año pasado, el Gobierno también se vio obligado a realizar unos fuertes recortes en su presupuesto y a llevar a cabo un duro plan de austeridad para sanear las cuentas públicas.
Entre las medidas adoptadas destacó una norma que limitó el gasto público anual a la inflación registrada en el ejercicio inmediatamente anterior por un plazo de dos décadas.