La Paz, 7 oct (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, aprobó hoy un decreto que permitirá a los trabajadores reabrir las fábricas declaradas en quiebra o que hayan sido abandonadas por sus propietarios para que funcionen como "empresas sociales".
La norma fue aprobada en un acto en el Palacio de Gobierno con motivo del 62 aniversario de la Confederación de Fabriles de Bolivia.
El ministro boliviano de Trabajo, Daniel Santalla, explicó que el decreto se basa en el artículo 54 de la Constitución vigente desde 2009, que señala que los trabajadores podrán "reactivar y reorganizar empresas en proceso de quiebra, concurso o liquidación, cerradas o abandonadas de forma injustificada"
Éstas serán "empresas comunitarias o sociales" y el Estado "podrá coadyuvar a la acción de las trabajadoras y los trabajadores", añade el artículo constitucional.
Morales justificó la nueva norma al asegurar que muchos trabajadores estaban "sometidos" a los "chantajes" de sus empleadores, quienes suelen argumentar que la empresa podría quebrar o cerrar si se les da el incremento salarial, un beneficio cuyo porcentaje es fijado anualmente por decreto por el Gobierno.
"Cuando no quieren incrementar el salario, no quieren respetar los decretos, dicen que va a tener quiebra la empresa (...) Ahora si les amenazan de esta manera, mejor que la empresa entre en quiebra o cierre el empresario, ustedes van a ser dueños, compañeros. Serán nuevas empresas sociales o comunitarias", sostuvo el mandatario.
El Gobierno boliviano también emitió una resolución ministerial para sancionar a las empresas que infrinjan los derechos laborales y otra para prohibir la instalación de cámaras de vigilancia en las empresas, en lugares donde se pueda "afectar la dignidad de las personas", dijo el ministro Santalla.
Sobre la primera resolución, Santalla indicó que "está dirigida contra" empresarios como el líder opositor centrista Samuel Doria Medina y el excandidato presidencial Ivo Kuljis, a quienes acusó de impedir a sus trabajadores organizarse en sindicatos y pidió que cumplan con las leyes laborales.
Doria Medina, que se enfrentó a Morales en los comicios generales de 2005 y 2009, es dueño de la mayor cementera boliviana, pero también posee las franquicias de las cadenas internacionales Burguer King y Subway en el país andino y tiene un hotel en La Paz y otras iniciativas gastronómicas.
Kuljis, candidato a la Presidencia en las elecciones de 1997 y aliado del Gobierno de Hugo Bánzer Suárez en la gestión 1997-2001, es propietario de una industria de papel, de un medio televisivo, un banco y una agroindustria. EFE