Bruselas, 4 oct (.).- La Comisión Europea (CE) seguirá adelante con la imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos de China, pero continuará negociando con Pekín para tratar de encontrar una solución a una medida que divide a los países de la Unión Europea (UE).
Bruselas aplicará de forma definitiva los aranceles durante un máximo de cinco años, después de que los Veintisiete no alcanzasen una mayoría suficiente en contra de la propuesta en la votación que celebraron este viernes.
Tras 5 votos en contra (entre ellos el de Alemania), 10 a favor y 12 abstenciones (entre ellas la de España), el Ejecutivo comunitario concluyó que su propuesta "para imponer derechos compensatorios definitivos a la importación de vehículos eléctricos desde China ha obtenido hoy el apoyo necesario de los Estados miembros".
En concreto, serán del 35,3 % al fabricante chino SAIC; del 18,8 % a Geely y del 17 % a BYD, según dijeron fuentes comunitarias.
También afectarán a las empresas occidentales que producen en China, como por ejemplo, la estadounidense Tesla (NASDAQ:TSLA), a quien se aplicará un arancel del 7,8 %, mientras que a otras que han cooperado con la Comisión Europea durante la investigación que ha llevado a cabo sobre los supuestos subsidios de Pekín a sus compañías, se les impondrá una tasa del 20,7 %.
Los aranceles entrarán en vigor, a más tardar, el 31 de octubre, una vez se hayan publicado en el Diario Oficial de la UE, señalaron las citadas fuentes, que aclararon que la Comisión ha decidido no recolectar finalmente los impuestos que los Veintisiete han bloqueado de forma provisional desde principios de julio.
Seguir negociando
Bruselas señaló que continuará "trabajando duro" con las autoridades chinas para tratar de encontrar una solución que sea compatible con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Un hipotético acuerdo que podría ser global o bien individual con algunas de las empresas.
En ese caso, la Comisión Europea no anularía la aplicación de los aranceles, sino que los dejaría en suspenso, de forma que si se incumpliese ese posible pacto en el futuro, se volverían a imponer sin necesidad de tener que buscar de nuevo el apoyo de los Estados miembros.
"Más allá de la imposición de aranceles tenemos que seguir avanzando en esta negociación, puesto que es importante la protección de un sector tan estratégico como el del automóvil y, además, hacerlo evitando una escalada de medidas comerciales que puedan ser perjudiciales para todos", dijo el ministro de Economía de España, Carlos Cuerpo, en declaraciones a la prensa tras la votación.
España, que en una primera votación no vinculante a mediados de julio votó a favor de los aranceles, hoy ha decidido abstenerse, después del viaje que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo a China el pasado mes de septiembre, desde donde pidió a la UE que reconsiderase su posición.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ( ACEA (BIT:ACE)) dijo que para garantizar la competitividad del sectores fundamental contar con una estrategia industrial integral" que asegure "el acceso a materiales críticos y energía asequible y "expandir la infraestructura de recarga y recarga de hidrógeno".
Reacción de China
El Ministerio de Comercio de China avisó en un comunicado que la aplicación de los aranceles "perjudicará a la cooperación comercial" entre Pekín y la UE, aunque aseguró "haber tomado nota" de la "voluntad expresada por la parte europea de seguir tratando de resolver la cuestión mediante negociaciones".
China ha iniciado ya una investigación a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, porque cree que están subvencionados.
Bruselas decidió impugnar la semana pasada ante la OMC la investigación china a los productos lácteos.