Por Philip Blenkinsop
BRUSELAS (Reuters) - La inflación de la eurozona se incrementó en marzo en línea con las expectativas debido principalmente a unos servicios y unos alimentos más costosos, según mostraron el miércoles unos datos que proporcionan un apoyo modesto a quienes desde el Banco Central Europeo presionan para reducir los estímulos.
La oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, estimó que la inflación en los 19 países que comparten el euro se situó en el 1,4 por ciento interanual en marzo, frente al 1,1 por ciento de febrero. La cifra de marzo estuvo en línea con las expectativas.
Incluso aunque la inflación siga por debajo del objetivo del BCE de menos del 2 por ciento, sus responsables debaten ahora si poner fin al programa de compra de activos de 2,55 billones de euros.
El miembro del Consejo de Gobierno del BCE Ewald Nowotny dijo la semana pasada que el BCE probablemente decidiría este verano acabar con la compra de bonos si las cosas iban según lo esperado.
Los precios de los alimentos no procesados subieron un 0,9 por ciento, frente a una caída del 0,9 por ciento en febrero. Los economistas esperaban un incremento, dadas las frías temperaturas de marzo que elevaron los precios de frutas y verduras.
La Semana Santa en marzo probablemente haya llevado a una subida de los paquetes vacacionales y el alojamiento. El componente de los precios de los servicios subió un 1,5 por ciento frente al 1,3 por ciento de incremento en febrero.
La energía se encareció un 2 por ciento, ligeramente por debajo del alza del 2,1 por ciento de febrero.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de la energía y la comida no procesada, subió un 1,3 por ciento interanual en marzo frente al 1,2 por ciento en febrero, apuntando a un alza más permanente en la presión inflacionista.