Taipéi, 7 nov (.).- Taiwán ayudará a sus empresas a trasladar sus líneas de producción de China, debido a los potenciales efectos adversos de los aranceles que el futuro presidente de EE.UU., Donald Trump, podría imponer al gigante asiático, informaron este jueves fuentes oficiales taiwanesas.
En declaraciones en sede parlamentaria, el ministro taiwanés de Asuntos Económicos, J. W. Kuo, afirmó que los aranceles del 10 % anunciados por Trump para los productos de todo el mundo “no deberían tener un gran impacto en Taiwán, pero su propuesta de aranceles del 60 % sobre las importaciones chinas podría tener un efecto más significativo para las empresas taiwanesas en China”.
El ministro subrayó que Taiwán “está preparado para cualquier escenario” y reiteró que el Gobierno ha puesto en marcha varias estrategias para abordar las futuras políticas económicas de la próxima administración estadounidense.
En este contexto, Kuo manifestó que el Ejecutivo isleño pretende “ayudar a la cadena de suministro a establecer su presencia en (otros) mercados extranjeros como una de las medidas de respuesta”, sin ofrecer mayores detalles sobre cómo planea hacerlo.
En 2018, tras llegar al poder por primera vez, Trump impuso varias tandas de aranceles a productos chinos por valor de unos 370.000 millones de dólares anuales, unas tres cuartas partes de las exportaciones del gigante asiático, a lo que Pekín respondió con represalias contra las exportaciones estadounidenses.
Durante esta campaña, el exmandatario dijo que aplicará tasas de hasta el 60 % a los bienes chinos, lo que augura más tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.
El republicano también se mostró particularmente crítico con Taiwán en los últimos meses, asegurando que la isla "robó" la industria de semiconductores de Estados Unidos y debería pagar a Washington por su defensa.
"Taiwán nos robó el negocio de los chips. Quieren que los protejamos y quieren protección, pero no nos pagan dinero por la protección. La mafia te hace pagar dinero", manifestó Trump durante una conversación con un conocido presentador estadounidense, en la que también propuso imponer aranceles a las empresas que, como la taiwanesa TSMC, están construyendo fábricas de semiconductores en Estados Unidos.
Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por China como una provincia rebelde, cuenta con una economía fuertemente dependiente de la exportación de productos tecnológicos, especialmente de semiconductores.
EE.UU. es uno de los principales compradores de esos chips y también actúa como el mayor suministrador de armas a Taiwán, a la que podría defender en caso de conflicto con China.