Cómo garantizar el acceso a una atención y educación preescolar inclusiva y de calidad para todos los niños del planeta. Esta fue una de las principales cuestiones de la conferencia mundial de la UNESCO sobre atención y educación de la primera infancia que se celebró en Taskent, la capital de Uzbekistán.
Representantes de los Estados miembros y expertos de todo el mundo se reunieron allí para debatir estrategias y asumir compromisos.
"Una cuarta parte de la población mundial de niños de 5 a 6 años de edad, es decir, 33 millones de menores siguen sin recibir educación preescolar. Por eso estamos aquí, para movilizar a los Estados miembros, para movilizar a todos los interesados, para movilizar a todas las comunidades que se dedican a la educación, con el fin de hacer realidad la educación de la primera infancia", declaraba Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO.
Al principio de la conferencia, los invitados visitaron una exposición que mostraba fotos de niños en centros preescolares de todo el mundo. A diferencia de esos menores, muchos otros no tienen las mismas oportunidades. El informe de seguimiento de la educación mundial de la UNESCO ha demostrado que el acceso a la atención y educación de la primera infancia, la AEPI, sigue dependiendo de los ingresos, incluso en los países de rentas altas.
"La exclusión no es lineal. Hay focos de exclusión extrema, con niños que pertenecen a grupos particulares que, realmente, se quedan atrás. En Europa, por ejemplo, los niños de etnia gitana se quedan atrás. Esto es algo que hay que priorizar, y en lo que tenemos que actuar", afirmaba Anna Cristina D'Addio, analista principal de políticas del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, de la UNESCO.
Existe una gran disparidad entre los países de rentas bajas y los de rentas altas. Uno de los invitados a la conferencia, el famoso activista por los derechos de los niños, Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz en 2014, instó a la comunidad internacional a "no dejar atrás a los niños".
"Lo que se necesita es una voluntad política honesta. Es necesario que nos planteemos preguntas difíciles a nosotros mismos, y plantear a todo el mundo por qué se deja de lado a tantos niños. Cuando hablamos de los subsaharianos, en particular, y de los niños de los países de bajos ingresos... se enfrentan a una grave crisis educativa, de salud, de desarrollo. Hacen frente a la ‘crisis de la infancia’, y eso no se puede ignorar", señalaba Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz
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Uno de los temas de la conferencia fue el acceso a la AEPI en tiempos de crisis.
"Cuando respondemos a la crisis, solamente respondemos al alojamiento, la comida, los equipos de higiene, y demás. Y... tendemos a olvidar esa franja de edad crítica, de cero a cinco años, para intervenir y asegurarnos de que no tienen problemas de salud mental, y disponen de espacios para jugar, para aprender, para expresarse y tener una infancia normal", indicaba Nour Jarrouj, directora de Promoción de Moving Minds Alliance.
Los datos demuestran que los primeros años de un menor son cruciales para moldear su capacidad de aprendizaje y poner los cimientos de su futuro. Los primeros 1 000 días son los más importantes. A los 3 años, el 90 % del cerebro está desarrollado.
"En los primeros años de vida, el niño desarrolla competencias que luego serán predictivas de su éxito escolar, de su bienestar y de su socialización. Lo más importante es que el niño viva muchas experiencias sensoriales, lingüísticas y socioemocionales", declaraba Chloe Farrer, neurocientífica cognitiva del Centro de Investigación del Cerebro y la Cognición, de Toulouse.
En la conferencia, de igual modo que otros países, Uzbekistán compartió su experiencia. Los participantes en el evento visitaron algunos de los nuevos centros preescolares de Taskent. En apenas un lustro, el número de niños de tres años que asisten a centros preescolares en Uzbekistán aumentó del 27 % al 70 %.
"Todos los niños tienen derecho a una educación preescolar. Esta es una de las principales ideas y objetivos de la conferencia en Taskent", sostiene Galina Polonskaya, periodista de Euronews y autora del reportaje.
Inclusión, política y financiación, innovaciones y educadores fueron algunos de los principales temas tratados en la reunión.
"Si reconocemos la importancia de los primeros años, reconoceremos la importancia de quienes trabajan con niños pequeños. Para valorarlos, tenemos que hacer más atractiva la profesión", señalaba Liana Ghent, directora ejecutiva de la International Step by Step Association (ISSA).
El principal resultado de la conferencia fue la adopción de la ‘Declaración de Taskent’, y los compromisos de acción para transformar la atención y educación de la primera infancia. Uno de los compromisos es garantizar que la AEPI apoye a los niños para afrontar desafíos globales como: el cambio climático y las pandemias.
"El principal objetivo de esta conferencia es la confirmación, por parte de los Estados miembros de la misma, del derecho garantizado, de todos los niños, a unas condiciones de educación justas, inclusivas y decentes", concluía Agrippina Shin, ministra de Educación Preescolar de Uzbekistán.
La meta final es acercarse a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.2, es decir, garantizar que todas las niñas y niños tengan acceso a una atención y educación de calidad en la primera infancia, para 2030.