Lisboa, 21 jun (.).- La economía sumergida en Portugal alcanzó los 82.232 millones de euros en 2022, lo que representó un 34,37 % del PIB y supone un "récord", según un estudio difundido hoy por la Facultad de Economía de la Universidad de Oporto (FEP).
El estudio, tras analizar datos de entre 1996 y 2022, señala que la economía paralela del año pasado equivale a seis presupuestos de Sanidad y al 30 % de la deuda pública.
Una de las "principales causas" de esta trayectoria ascendente de la economía "B" sería el "elevado valor de la carga fiscal", sobre todo impuestos directos y contribuciones para la Seguridad Social, y, en menos medida, los tributos indirectos, recoge el documento.
La carga fiscal en Portugal alcanzó un máximo histórico del 36,4 % en 2022, lo que, en términos relativos teniendo en cuenta el nivel de vida, supone la quinta más alta de la UE, un 17 % por encima de la media, según la FEP.
El estudio estima que si la economía sumergida fuese declarada y tributada a una tasa del 20 %, la recaudación adicional equivaldría al 121 % del gasto presupuestado en Sanidad y el 160 % en Educación.
El autor, Óscar Afonso, apeló a que el Gobierno tome medidas para que la economía "oficial" sea más "atractiva y competitiva" y que la gente "no tenga que recurrir a la sumergida para obtener niveles de ingresos más dignos o hasta emigrar".
"La carga fiscal excesiva no ha sido suficiente para financiar un Estado social ineficiente (Portugal es uno de los países de la UE con mayor riesgo de pobreza y desigualdad), lo que agrava doblemente el peso de la economía sumergida, pues las prestaciones sociales y subsidios, sobretodo si están bien dirigidos, ayudan a reducir la economía paralela", señaló Afonso.
El documento propone reducir la carga fiscal, sobre todo la directa; bajar la fiscalidad sobre los ingresos de entrada en la economía oficial; mejorar la fiscalización sobre las ayudas; evitar la "subsidiodependencia", e implementar el delito de enriquecimiento ilícito como en Francia.