BEIRUT, 3 ago (Reuters) - El Banco Mundial acusó a los políticos libaneses de ser crueles al afirmar que los depósitos en el colapsado sector bancario del país son "sagrados", diciendo que tales consignas "contradicen flagrantemente la realidad" en un informe publicado el miércoles.
Líbano se encuentra en el tercer año de un colapso financiero que ha dejado a ocho de cada diez personas en el país en la pobreza y que, según el Banco Mundial, es deliberado y podría ser uno de los tres peores episodios de este tipo de los tiempos modernos.
El informe del miércoles representa la segunda vez este año que el Banco Mundial reprende a los políticos que gobiernan el Líbano, tras haberlos acusado en enero de "orquestar" el catastrófico colapso económico del país mediante su control explotador de los recursos.
El colapso ha dejado a los titulares de depósitos bancarios sin ahorros en el paralizado sistema financiero del país, y ha llevado a la moneda local a perder más del 90% de su valor.
"Los eslóganes políticos a favor de la sacralización de los depósitos son huecos y oportunistas. De hecho, el abuso constante de este término por parte de los políticos es cruel", afirma el Banco Mundial en el informe.
"No sólo contradicen flagrantemente la realidad, sino que impiden encontrar soluciones para proteger a la mayoría, incluso a todos los pequeños y medianos depositantes, en dólares y en efectivo", señala el informe.
Los políticos libaneses han repetido que los derechos de los depositantes deben ser preservados en cualquier plan para hacer frente a las pérdidas de unos 70.000 millones de dólares del sistema bancario, incluso cuando sus ahorros han perdido alrededor del 80% de su valor debido al colapso.
"Las pérdidas deberían haber sido aceptadas y asumidas por los accionistas de los bancos y los grandes acreedores, que se han beneficiado enormemente en los últimos 30 años de un modelo económico muy desigual", dijo el Banco Mundial.
"Esto debería haber ocurrido al principio de la crisis (...) para limitar el dolor económico y social".
Los bancos libaneses concedieron grandes préstamos al Estado, que acumuló enormes deudas debido en gran medida a la corrupción y la mala gobernanza. El informe del Banco Mundial afirma que "una parte significativa" de los ahorros de la población se ha "malgastado y utilizado de forma indebida en los últimos 30 años".
El anterior Gobierno libanés elaboró un plan para hacer frente a las pérdidas en 2020, pero fue torpedeado por unas facciones sectarias que tienen la última palabra en Beirut, así como por las objeciones del sector bancario y del banco central del país.
Un nuevo plan aprobado en mayo también ha tropezado con objeciones.
El Fondo Monetario Internacional quiere que Líbano apruebe un plan de reestructuración bancaria como una de las condiciones previas para avanzar en un proyecto de acuerdo de financiación.
El informe del Banco Mundial cuestiona hasta qué punto las autoridades cubrieron las necesidades de financiación mediante un esquema Ponzi, un tipo de estafa piramidal por el que los inversores más antiguos se llevan el dinero de los nuevos.
Cuanto antes "se inicien las reformas necesarias, menos doloroso será el coste de la financiación Ponzi para el pueblo libanés", afirma el informe.
Un portavoz del Gobierno libanés no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de Reuters.
(Reporte de Timour Azhari y Tom Perry; edición de Toby Chopra, Alexandra Hudson; traducción de Darío Fernández)